El guion de los realizadores narra tres episodios del calvario sufrido por los kurdos desde que son expulsados de Afganistán en el año 2000, y son recibidos en Irán.
El joven estudiante Mohammad (Mohammad Hosseini) es explotado laboral y sexualmente por la policía, a causa de no tener papeles y debe tomar medidas extremas para reunirse con su novia.
En el segundo episodio Leila (Hamideh Jafari) debe ocultar la muerte de su esposo Mohammad, y enterrarlo clandestinamente, ante el temor de ser deportada con su hijo por carecer de papeles.
Finalmente 20 años después, Qasem (Bashir Niksad) podrá disfrutar de la ciudadanía iraní, gracias al sacrificio de su hijo “quien murió por la patria”.
Los jóvenes realizadores nunca caen en el chantaje sentimental y se aprovechan de un reparto de actores no profesionales, que repiten sus trágicas experiencias.
Der Sarzamin e Baradar obtuvo el premio a la mejor dirección en el Festival Sundance y es un conmovedor relato que retrata el calvario de los kurdos, que han tenido que vivir como refugiados la mayor parte de sus vidas.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.