Standard & Poor’s desata la ira de China. Por primera vez desde 1999, la agencia calificadora de riesgo de Wall Street ha bajado la calificación de la escomía chins, argumentando riesgos financieros elevados. Beijing, a través de su ministerio de finanzas, describió el viernes esa decisión de la calificadora como una mala decisión de Standard & Poor’s, quien bajó en un nivel su nota, de AA- a A+.
La agencia calificadora de Wall Street explicó que un período prolongado de fuerte inflación y del crédito, en los últimos años, ha aumentado los riesgos financieros y económicos en China, que siguiendo el ejemplo de Moody, que había hecho los mismo en mayo pasado, ahora decidió enfrentar a la locomotora del crecimiento mundial. De esta forma, las tres principales agencias calificadoras de Wall Street, S & P, Moody’s y Fitch, han cerrado filas para poner la misma calificación a la economía y a la deuda china.
El ministerio de Finanzas de China, en una conferencia de prensa el viernes, indicó que S & P ha ignorado los fundamentos de la economía china, las reformas emprendidas y suvpotencial de desarrollo. Beijing puso en relieve las reformas realizadas para fortalecer a las empresas y aumentar la oferta global de la economía, a fin de mejor el crecimiento económico, orientando la economía hacia el consuno interno.
Las calificadoras de riesgo le han dado un golpe de gracia al mandatario chino, Xi Jinping, quien aspira a un segundo mandato. Dentro de un mes, el Congreso del Partido Comunista de China (PCCH) iniciará su congreso y ahí se decidirá si se lo otorgan, por lo que todos los cuestionamientos al desempeño de la economía china pueden hacer efecto en las decisiones de los miembros del PCCH que asistan al congreso.
El principal acreedor de Estados Unidos ha sido cuestionado en su capacidad de pago, el tenedor más grande de reservas en divisas. La decisión de Standard and Poor’s de bajar la calificación de la deuda china, se fundamenta en sus preocupaciones sobre el aumento de la deuda de la segunda economía más grande del planeta.
La deuda de China se ha disparado desde 2008, año en que inició la crisis actual del mundo capitalista; a pesar de que la economía china ha sido el motor del crecimiento en todos estos años de crisis, el modelo de crecimiento chino ha sido criticado por alimentar la deuda, para que el gobierno impulse la inversión en infraestructura y bienes raíces, a través de créditos baratos.
Sin embargo, aunque las calificadoras han desatado la ira del gobierno de China, la degradación de su calificación es más un movimiento político en vísperas del congreso del PCCH, que seguramente tendrá poco impacto económico e influencia en la especulación financiera, debido a la amplitud de las reservas chinas en divisas y a que la deuda de China se mantiene fundamentalmente dentro de sus fronteras. La caída de las bolsas de valores de este viernes son sólo el reflejo de un pequeño movimiento especulativo que no debe tener consecuencias.
Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
