En una temporada en la que ha fallado el picheo, los cerradores han adquirido mayor importancia; pero aun los exligamayoristas que brillaron el año pasado han tenido problemas, saliendo avante gracias a su experiencia.
La Flecha, Fernando Rodney, ya tiene 16 rescates, aunque no ha lucido tan intocable como en la campaña anterior, cuando resultó campeón con los Toros de Tijuana. Otro que ha batallado es Fernando Salas, con los Olmecas de Tabasco, pese a que los mantiene en los primeros lugares.
El recién llegado, Neftalí Feliz, de los Sultanes de Monterrey, se ha convertido en una grata revelación y una garantía para el equipo regiomontano. El singular estilo de Yapson Gómez ha sido efectivo para que el Águila esté en zona de clasificación, aunque fracasó en el Juego de Estrellas.
Uno de los factores del éxito de la campaña de los Tecolotes de los Dos Laredos es su picheo, en especial el de Wilkins Rodríguez, y sus rectas de más de cien millas, aunque fracasaron ante los Diablos.
Wifrin Obispo se ha consolidado como cerrador de los Acereros de Monclova con una decena de rescates, mismo número que el curazaleño Wendell Floranus, de los Tigres de Quintana Roo. Los Diablos tenían ese departamento bien cubierto con Roberto Osuna, hasta que se fue a Japón; el Jumbo Díaz no pudo con el paquete y trajeron a Bruce Rondón, con la esperanza de que hiciera el trabajo.
Lo cierto es que los equipos que van en los últimos lugares han carecido de un bombero eficaz, por lo que han dejado ir numerosos triunfos.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.