Ante un estadio Fray Nano lleno por primera vez en la temporada, el combinado Diablos-Guerreros obtuvo el bicampeonato de la Liga Invernal derrotando a los Pericos de Puebla por seis carreras a cuatro.
Si bien los escarlatas terminaron en el subliderato con 35 victorias por 26 derrotas, la escuadra comandada por Víctor Bojórquez se reforzó hasta los dientes en los playoffs, en los que barrió en tres juegos a los Petroleros de Salamanca y solamente perdió el primer cotejo contra los poblanos por diez carreras a seis, triunfando en los siguientes por 6 a 2, 19 a 4, 5 a 1 y 6 a 4 en el final.
Aunque en teoría se trata de una liga de desarrollo, los escarlatas llamaron a sus titulares que se encontraban en la Liga del Pacífico. Eso dio como resultado que jugadores que no vieron acción en la temporada regular, como Carlos Figueroa, se convirtieran en héroes en los playoffs.
Llegó al extremo de que el único novato en la alineación fuera el noveno bat, el parador en corto Gerardo Romero. Ray Torres, quien se convirtió en el champion bat del circuito con .419, fue movido de tercer bat a quinto, pero regresó a su sitio en los últimos juegos, siendo parte importante del campeonato, con un cuadrangular de dos carreras en la sexta entrada, que les dio la ventaja de tres a dos.
Hasta ese momento, el abridor poblano Misael Gómez lanzaba una joya de pitcheo, hasta que una polémica llamada en primera base a un batazo de Carlos Figueroa lo sacó de concentración, pues lanzó un wild y aceptó un hit producto de Augusto Figueroa, que avanzó a segunda en un error del jardinero Luis Pérez.
El buen amigo Santiago Ramírez, rojo de corazón, había justificado la llegada de los refuerzos con el argumento de que en la temporada de verano, con un equipo de puros mexicanos, seguramente no calificarían a los playoffs, aunque es una injusticia para jóvenes como Omar Meza, Manuel Cruz, Julián Ornelas y muchos más que jugaron la temporada regular.
También hay que señalar que los emplumados se vieron afectados por la partida del manager Cory Snyder y la dirección quedó a cargo de Jorge Luis Loredo.
Conviene recordar que la temporada pasada veraniega, con todo y sus extranjeros, los escarlatas no lo lograron calificar a la postemporada, luego de 33 temporadas de hacerlo.
No queda sino felicitar a los jóvenes escarlatas por el bicampeonato, de una liga que esperamos que se consolide para el año entrante.

Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.