La nota dominante del informe de SERGIO BAÑOS, alcalde de Pachuca, no la dio ni lo informado ni la presencia del gobernador Julio Menchaca, o de exgobernadores del estado; por su significado, la dio alguien que ni siquiera asistió, pero que con su ausencia dijo más que mil discursos, porque hay hechos que tienen más fuerza que las palabras.
BENJAMÍN RICO no asistió al informe de Baños, y en su calidad de alcalde suplente y de presidente del PRI DE PACHUCA, dio un mensaje demoledor para Baños, pues equivale a reprobar la gestión del alcalde y es un tache fuerte por parte del PRI, partido que -se supone- lo llevó a la presidencia.
Entre los comentarios sobre el mensaje de Rico, se dijo que lo que no aprueba el dirigente priista del municipio es la falta de palabra de Baños, que en campaña prometió muchas cosas y ya como mandatario no ha cumplido, con todo lo que significa para el partido tricolor fallar y mentir en los puestos de poder, que es donde se muestra la fuerza real de los partidos.
En las circunstancias actuales, al PRI le urgen priistas responsables y que den resultados, sobre todo si están en puestos públicos, porque esa es la manera de decirle a los ciudadanos que, en los hechos, en la responsabilidad de gobernar, saben cómo hacerlo, y con Baños es muy difícil decir esto porque incluso los organismos que califican el actuar de los alcaldes lo colocan en los últimos lugares por su pésimo desempeño.
Las cosas en la Bella Airosa no caminan bien y Benjamín lo dijo muy claro en esa jugada de fino ajedrez.
La situación es tal, que la figura de Rico crece ante la ciudadanía, y a muchos, sobre todo de las colonias marginadas de Pachuca, les convence más acudir al PRI de Pachuca con Rico, que, con el alcalde, porque encuentran respuesta y acción en sus peticiones, pero en la alcaldía, nada.
Así es la política: un acto como no asistir a un informe puede decir más que el mismo informe, tal como lo hizo Rico al perderse el del alcalde Sergio Baños.