Redacción
Presuntos sicarios disfrazados de marinos secuestraron a cinco policías del municipio indígena náhuatl de Aquila, en Michoacán, en un intento por retomar el control del tráfico de drogas en la costa del Pacífico.
José Luis Arteaga, alcalde de Aquila, denunció de forma oficial la desaparición de los indígenas ante la Fiscalía del Estado. Acusó como responsable del plagio al grupo de narcotraficantes que encabeza Jesús Cruz Birrueta, El Chuy Playas, y Fernando Cruz Tena, El Tena, exintegrantes del cártel de Los Caballeros Templarios.
Arteaga reveló que los cinco uniformados fueron sorprendidos este domingo a las 03.30 horas en la base policial de la comunidad de Tizupan por un comando armado que portaba uniformes de camuflaje y dos camionetas similares a las de la Secretaría de Marina (Semar).
La base se ubica sobre la carretera federal 200, que une las ciudades portuarias Lázaro Cárdenas y Manzanillo.
El alcalde reveló que a las 10.00 y a las 17.00, presuntos sicarios se comunicaron a una caseta telefónica del poblado de San Pedro Naranjestil, donde exigieron la salida de la Policía Municipal de Tizupan como condición para no ejecutar a los cinco secuestrados.
El secretario de Seguridad Pública de Michoacán, Juan Bernardo Corona, informó que en un primer momento el Gobierno de Michoacán buscó a los cinco policías en cuarteles de la Semar, de la Policía Federal y del Ejército Mexicano ante la posibilidad de que hubieran sido detenidos.
Sin embargo, las tres corporaciones no tenían registro de un operativo en Tizupan. Organizaciones civiles denunciaron la posibilidad de que el suceso se tratara de una desaparición forzada ejecutado por marinos, quienes habrían arrestado a los policías para entregarlos al crimen organizado.