En un lapso de cinco años, el país perdió a 802 policías municipales, estatales y federales en el ejercicio de su deber, de ellos, 13 eran de Hidalgo, dio cuenta el estudio “Policías abatidos: el riesgo de servir a la seguridad pública en México” con corte a 2021.
De acuerdo con el documento del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), resalta que de la cifra estatal ninguna víctima era mujer, aunque en más de la mitad de incidencia: 7.7 los efectivos asesinados tenían calidad indígena o dominaban alguna lengua.
Para el resto de las entidades, la mayor cantidad de elementos abatidos en el periodo de referencia la tuvo el Estado de México con 109, mientras que del lado contrario figuraron Yucatán y Quintana Roo con dos cada uno; aunque en Campeche la situación no existió.
Los disparos de arma de fuego fueron la muerte más común con casi nueve de cada 10 policías, mientras que el resto fue por ahorcamiento o ataque con un objeto cortante; en la mayoría de asesinatos las víctimas tenían entre 30 y 39 años.
Por último, destaca que además de riesgo de deceso, los efectivos de los tres niveles son propensos a recibir maltrato social como amenazas verbales, robo, ultimátums del crimen organizado, agresiones físicas, extorsión, entre otras, de las cuales Hidalgo reportó para 2017 un total de 32 sucesos, siendo la CDMX a la cabeza: 56.8.
