Golpe de Estado
Francisco en su escritorio. Se escuchan balazos. Entran dos cadetes.
CADETE: ¡Señor, tenemos que irnos!
Se abre otra puerta de golpe: Entra Huerta con dos militares.
HUERTA: Don Madero. Usted está preso.
FRANCISCO: Soy el Presidente de la República.
HUERTA: Pues está preso. ¡Y no haga pendejadas!
FRANCISCO: Soldados, retírense. (los militares titubean) ¡Es una orden!
Huerta golpea brutalmente a Francisco quien cae al suelo.
HUERTA: Ya le dije que está preso. ¡Llévenselo!
Los militares sacan a Francisco arrastrándolo. Huerta saca una “riñonera” y bebe, pero ya no tiene. Entra HLW con dos copas de coñac, le entrega una.
HLW: Lo felicito, general. Por salvar a su país.
HUERTA: Salud.
Beben.
HLW: Ahora lo importante es que Madero renuncie.
HUERTA: Para qué, si ya lo tenemos encerrado.
HLW: Precisamente por eso. Pero ni se le ocurra matarlo, no hasta que haya firmado su renuncia. Así Lascuráin queda como presidente provisional.
HUERTA: ¡Pero usted dijo que yo sería el presidente, que su país me iba apoyar!
HLW: Y lo vamos hacer, pero debe guardar las formas legales. (pausa) Lascuráin renuncia y la presidencia será ocupada por el Ministro de Guerra. (pausa) Usted, General Huerta.
Huerta se pone contento y bebe, termina su copa y se limpia la boca con el brazo.
HUERTA: Está rebueno. ¿Tiene más de eso?
HLW: (sonríe) Por supuesto, general. Todo el que usted quiera.
Continúa XXXI
Por: Serner Mexica
Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".