El Congreso de Hidalgo aprobó por unanimidad una reforma constitucional que reconoce a los animales como seres sintientes, es decir, como criaturas con capacidad de percibir su entorno y experimentar emociones, dejando de ser considerados objetos o cosas.
Con esta modificación se adiciona un párrafo al artículo 8 TER de la Constitución local, estableciendo que los animales no humanos poseen conciencia propia, lo que les permite discernir entre lo bueno y lo malo, así como sentir estados afectivos como dolor, placer y sufrimiento.
La nueva disposición también los reconoce como sujetos de tutela, lo que obliga tanto a la ciudadanía como al Estado a respetar y proteger su vida, garantizando condiciones de bienestar y evitando cualquier acto de negligencia, maltrato o crueldad.
Este avance legislativo coloca a Hidalgo entre las entidades que refuerzan la protección animal a nivel constitucional, promoviendo un trato más ético y responsable hacia todas las especies.
