Con gusto nos enteramos de que, luego de 20 años en las Ligas Mayores, el zacatecano Alfonso Márquez ha sido promovido a jefe de cuarteta.
Mientras cada año aparecen nuevos peloteros mexicanos en la Gran Carpa, no pasa lo mismo con nuestros ampáyers (sin duda, uno de los oficios más difíciles del rey de los deportes).
Sirva esto para recordar a algunos de los ampáyers inolvidables que hemos visto en la Liga Mexicana.
Nadie como el cubano Armando Rodríguez (1922-2008), quien era un ejemplo de elegancia y sapiencia detrás del pentágono. Discípulo de Armando Maestri, actuó durante 42 años en diversos circuitos, siendo parte de cinco salones de la fama.
Hubo algunos otros, como Juanito Lima, que le echaban mucha pimienta al conteo de bolas y strikes, y que no se amedrentaban ante nadie, pero uno de los que mejor recordamos es el cubano Roberto Musulungo Herrera (1932-2014): tras jugar 10 años en diversos equipos de la Liga Mexicana, fue muy curioso verlo del otro lado del plato con sus arreos de ampáyer, soportando tantos reclamos como los que él mismo hacía.
Humberto el “Lobito” Saiz fue considerado como el mejor ampáyer de la temporada 2019, sobre todo por su amplia experiencia de 31 años, además de que proviene de una familia de abolengo en el ampayeo, pues su padre también destacó.
Luz Alicia Gordoa se convirtió en la primera mujer ampáyer en la historia de la liga, aunque su promedio de efectividad en los retos no fue muy bueno, ya que, de las nueve ocasiones en las que fue retada, en seis su decisión fue cambiada.
Nuestro reconocimiento para estos esforzados profesionales.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
