Agresor de “Jefazo” intentó alegar legítima defensa

El inculpado relató que aquel día, él, su madre y su sobrina salieron al tianguis que se instala en su colonia, La Minerva. Según su testimonio, dejaron la puerta de lámina cerrada y asegurada con una piedra. Al regresar, notaron que la puerta estaba abierta, y su madre exclamó: «¡Hay un perro!»

En la puerta de los juzgados penales de oralidad y control de Pachuca había pancartas pegadas en la entrada en las que se pedía justicia para “Jefazo”, un perro de raza pitbull que fue atacado con un machete por Cristian Emmanuel, de 23 años, quien fue vinculado a proceso este lunes por atentar contra de la vida y dignidad de los animales.

Minutos después de las 12:30 horas, un grupo de activistas, periodistas y personal de la Unidad de Medidas Cautelares de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo formaron una fila para ingresar a la Sala 6, donde se llevaría a cabo la audiencia inicial de continuación sobre el caso del can “macheteado” en la colonia La Minerva de Mineral de la Reforma.

El ánimo entre los animalistas era bueno. Vannia Castillo, quien denunció el caso ante la Unidad Especializada de Delitos contra los Animales, destacó que este es el primer agresor de un “lomito” que está privado de su libertad en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Pachuca. La intención es llevar el caso hasta las últimas consecuencias.

En el juzgado también se encontraban miembros de diversos colectivos, como La Jauría de Balú y Cuatro Patitas, un Corazón, junto con otros rescatistas y activistas, a quienes los policías procesales les advirtieron que no se les permitía utilizar sus celulares durante el proceso.

La audiencia comenzó con Cristian Emmanuel expresando su intención de declarar. La jueza Karina Vertiz Marín le advirtió que todo lo que dijera podría ser usado en su contra, lo que finalmente ocurrió. Durante su narrativa, mencionó que pudo haber actuado de otra manera, lo que la jueza consideró inverosímil, especialmente cuando afirmó que tomó el machete porque fue lo primero que encontró, a pesar de que se trataba de un arma punzocortante.

El inculpado relató que aquel día, él, su madre y su sobrina salieron al tianguis que se instala en su colonia, La Minerva. Según su testimonio, dejaron la puerta de lámina cerrada y asegurada con una piedra. Al regresar, notaron que la puerta estaba abierta, y su madre exclamó: «¡Hay un perro!»

Cristian Emmanuel explicó que al entrar a la casa, sus familiares se quedaron en la entrada mientras él se dirigió al final del pasillo, donde estaban su coneja y algunas plantas, ya que le gusta sembrar. También mencionó que tenía el machete en su poder porque se dedica a cortar tunas y nopales.

Detalló que, al llegar a donde estaba su mascota, vio que el pitbull se la había comido y comenzó a gruñirle. El cánido se puso en posición de ataque, y él, pensando en proteger a su madre y a su sobrina, agarró lo primero que encontró, que fue el machete, y le pegó, dijo entre sollozos.

Asimismo, afirmó que a lo largo de su vida había rescatado animales y que tenía miedo de los perros de esa raza, ya que eran conocidos por ser utilizados en peleas. La jueza utilizó esta información para vincularlo al caso, alegando que, después de darle el machetazo al perro, no prestó auxilio.

Finalmente, determinó que fuera vinculado a proceso y que en un mes se haga la investigación complementaria.