Actividad paranormal

Nada tan desolador como la existencia humana en el hilván de la política. Quizá pocas realidades han causado tal desdén social como la política y, de seguro, pocas habrán de causarlo.

La política es un laberinto de mezquindad, es la promesa del engaño que se convierte en realidad. Transitamos por ella pensando en que no nos contamine; caminamos por ella sin querer pisar las plastas que dejan la demagogia y la promesa de discurso.

Nada tan desdeñable como el oscurantismo político, donde se construye al margen de la sociedad la protección de intereses, cuestión que no aparece en estas nuevas lógicas de la transparencia o la visibilidad máxima de las acciones públicas.

Aquí hay dos caminos, entendamos: el hecho de que se transparenten presupuestos, exista rendición de cuentas y “gobierno abierto” no significa que se transparenten las decisiones de legisladores, funcionarios públicos, representantes populares de partidos; todo ello, obedece a cadenas de intereses, donde inclusive existen juegos con grupos delincuenciales y económicos, por lo que si alguien cree que el ejercicio de gobierno obedece a la voluntad de mayorías, está navegando en el desierto.

Piense en la bolsa de valores: ¿hasta dónde el registro económico sólo es económico?, ¿no hemos visto cómo las declaraciones de Trump suelen causar incertidumbre e incidir en la bolsa?

¿Hasta dónde diputados, senadores, gobernadores, presidentes, juegan de manera neutra, y sus intereses personales, sistema de creencias y valores no inciden en sus acciones?

No hay esencias neutras, el comportamiento social esconde y encubre intereses parcelarios, cotos de poder o feudos que inimaginablemente están y estarán presentes; pocas veces se analiza esta dimensión de las particularidades.

El fondo estriba en cuestionar: ¿el sistema y los subsistemas sociales responden a lo planteado en ellos?, ¿es verdad que lo que hace la clase política y la política responde a un interés general? Y: ¿los intereses de la nación son los intereses tuyos transcritos en el rumbo del Estado?

Foto del avatar

Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.






Foto del avatar

CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.