A contrapelo, la derrota de la derecha en Hidalgo

La derecha en Hidalgo sobrevive a los estragos de la renovación en sus dirigencias partidistas a nivel nacional y ya experimenta los rendimientos políticos decrecientes de la derrota del 2 de junio que marca: cero operaciones legislativas en el Congreso federal y local.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.

La clara erosión de interlocución política del PRI y el PAN en Hidalgo marca dudas sobre la viabilidad de la oposición como portadores de la derecha en la conducción ciudadana y deja el escenario abierto para que la bancada de Morena en el Congreso local pueda concretar el Plan Claudia en la reforma del Poder Judicial y profundizar no sólo la renovación de la procuración de justicia, sino también el control y visoria de la gestión pública de Julio Menchaca.

 

Es evidente que ante la precariedad y ausencia de la oposición de la derecha en Hidalgo, Julio Menchaca tiene un escenario inmejorable para que su empoderamiento político y la concreción del bastión morenista sean un brazo de poder del Plan Claudia y, en los hechos, perfilar de manera temprana la continuidad de Morena en la gubernatura.

 

A contrapelo, la derecha en Hidalgo sobrevive a los estragos de la renovación en sus dirigencias partidistas a nivel nacional y ya experimenta los rendimientos políticos decrecientes de la derrota del 2 de junio que marca cero operaciones legislativas en el Congreso federal y local, así como el peso de las reformas constitucionales que darán amplio margen de operación y presencia ciudadana a Claudia Sheinbaum.

 

Para la ciudadanía que se adhiere a la derecha como opción política en Hidalgo, ha resultado frustrante que los partidos de esta corriente se encuentren en una crisis política de dimensiones mayúsculas y que cuando tienen el deber de generar una reestructuración orgánica en sus fuerzas, lo que prime sea la verticalidad de cúpula y la antidemocracia partidista. Estas condiciones no permiten repensar la realidad de conducción política y tampoco hablar de un nuevo escenario combativo en la escena nacional.

 

Se adhiere a la crisis de la derecha en Hidalgo el hecho de que el mapa geopolítico municipal tampoco le favorece, por lo que su incidencia en la conducción ciudadana es prácticamente precaria y frente tanto a la maquinaria de Estado del gobierno de Julio Menchaca y el control político de los municipios, el horizonte presagia derrota y deterioro partidista.

 

Por ende, el fenómeno de la migración tanto en el PRI como en el PAN es producto de la petrificación del control político de cúpula que se ha eternizado en el poder, impidiendo el ascenso de nuevas fuerzas y figuras políticas, creando una casta odiosa que momifica toda acción democrática.

 

El saldo de los rendimientos políticos decrecientes de la derecha en Hidalgo -que tiene enclaustrados al PRI y al PAN y viviendo momentos de crisis partidista- no han servido para que prime y se haya construido un proyecto político que pueda dar la cara por la ciudadanía; por el contrario, tanto PRI como PAN parecen empeñados en darle sepultura a sus bases militantes y adherentes que viven un amargo momento histórico.

 

La identidad de partido tanto en el PRI como en el PAN se ha desdibujado y en el caso del blanquiazul como derecha combativa -que lo mismo se opuso al PRI del antiguo régimen que a la izquierda obradorista- vive una crisis de partido en una identidad política extraviada y donde reina la confusión ideológica y de principios que no rescata ni la memoria de Manuel Clouthier.

 

La pasada elección del 2 de junio para la derecha en vez de apuntalar una alianza que dijera “juntos somos dinamita”, dinamitó sus fuerzas y Xóchitl Gálvez se encargó de echar por tierra cualquier esperanza de ascenso de sus fuerzas, cuestión que se suma a la sombra de la pérdida del registro local y nacional, siguiendo los lúgubres pasos del PRD.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.