Dentro de la conmemoración del centenario de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), se realizó una conferencia virtual a cargo de la perita perteneciente a la Fiscalía General del Estado de Morelos (FGEM), Sofía Zamarripa, en donde expuso las principales actividades de un perito en identificación humana, especialmente cuando no se tienen datos sobre la identidad de un cadáver.
En su ponencia, la perita comentó que esta área de identificación humana dentro de la FGEM nació con la necesidad de establecer lineamientos para el destino de los cadáveres de las personas desconocidas que se encuentran a disposición de la fiscalía, toda vez que han transcurrido 72 horas del levantamiento de los cuerpos, y con ello generar una base de datos estableciendo las características de las personas occisas.
Reveló que, a raíz de esta tesis, se determinó un protocolo con el que se determinan las acciones de un perito en identificación humana, y que éste consta de tres objetivos: homologar la actuación en el procedimiento del análisis del lugar, coordinar la participación de los especialistas en el tratamiento e identificación forense, y contribuir en el intercambio de información sobre técnicas, métodos y procedimientos.
Afirmó que los datos post mortem que surjan de esta identificación deben estar disponibles de forma pronta o futura, y que estos se pueden tratar de dos formas: física mediante un folder rotulado con el número de expediente de la carpeta de investigación y el listado de las periciales que le han practicado; o virtual, donde además de estos estudios también adjuntan las fotografías del cadáver, de la necropsia y las del lugar donde hallan los cuerpos.
Explicó que las periciales mínimas que deben llevar las carpetas de investigación son: la criminalística de campo, necropsia médico legal, antropología forense, odontología forense, dactiloscopia, genética y fotografía forense.
Comentó que los datos que se pueden obtener de estas periciales van desde la fecha, hora y lugar del levantamiento del cuerpo, la geolocalización, los indicios de identificación asociados que pueden ser documentos e identificaciones que pudieran tener al momento de ser encontrados, prendas de vestir y pertenencias, y una descripción general del cadáver sobre su edad, etnia, sexo, talla y características corporales particulares.
Hizo un énfasis en el uso de la fotografía forense como un medio para una mejor identificación de un cadáver, y que esta debe reunir ciertos requisitos para que los familiares de una persona desaparecida puedan identificar los cuerpos, tales como el uso de cámaras digitales y que el cadáver luzca aseado y estético, cuidando los detalles en cuanto al encuadre y a la perspectiva de la cámara.
Por otro lado, expuso que los peritos en identificación humana deben reunir ciertos requerimientos, como el que tengan la capacidad de obtener información de una persona desaparecida a sus familiares mediante una entrevista, habilidad social para generar confianza y resolver dudas sobre la identificación de un cuerpo.
Agregó que los peritos también deben tener capacidad de verificar o descartar que la persona con carácter de desaparecido se encuentre entre los cuerpos dentro de la fiscalía, y que puedan buscar en los archivos de otros municipios o incluso estados.
Aunado a ello, Sofía Zamarripa declaró que los peritos en identificación humana deben reunir ciertos requisitos para brindar esta atención, tales como que deben ser especialistas en medicina, odontología, antropología, arqueología, psicología o trabajo social con experiencia forense; un lugar cómodo para la interacción con las personas, un formulario de 15 hojas y el conocimiento de la gestión de datos a través de herramientas informáticas.
Sobre este último, comentó que, para el registro de personas con carácter de desconocido se deben emplear bancos de datos con el objetivo de agilizar la búsqueda de información, y donde se deben agregar todas las características y referencias graficas posibles, esto con el objetivo de generar un archivo digital y crear una cédula o ficha que podrán ser compartidas dentro de la fiscalía, pero no a los medios de comunicación o redes sociales.
Con la información creada en los bancos informáticos, afirmó que estas sirven para realizar el cruce de datos con las fichas de búsqueda para encontrar coincidencias entre un cuerpo y la información sobre una persona desaparecida aportadas por los familiares, y con ello dar certeza sobre la identidad de un cadáver.