Frente al nudo ciego en que nos encontramos donde la muerte se ha vuelto contundente y frenéticamente frecuente, amenazadora y vigilante de nuestras acciones, la erosión mental encuentra pocas respuestas y la desesperación se multiplica en aquellos que han sufrido la pérdida de sus seres queridos y atestiguado la fragilidad de la humanidad.
Lo indignante del proceso de muerte pandémica estriba en los límites del conocimiento y la asimetría de quienes tienen el poder de decisión para “salvar” a través del suministro de la vacuna. Entonces, la asimetría de la decisión es la desigualdad manifiesta del poder, en este caso un poder sobre la vida, lo que lo hace más cruento porque la oportunidad del ser en lo terreno se constriñe a la unicidad decisoria cuya verticalidad proviene del poder ejecutorio de lo cotidiano: el gobierno.
Te estarás preguntando, como muchos otros seres humanos: ¿qué va a pasar?, ¿hasta cuándo durará la pandemia?, ¿qué se modificará para evitar una nueva conmoción en la salud y por ende en nuestras vidas? La prospectiva ya la ves, pero no la has querido aceptar porque su racionalización es brutal y cruel.
En definitiva, la muerte no cesará en un periodo de por lo menos cinco años, tiempo en el cual se podría satisfacer la demanda efectiva del planeta y por ende, propiciar ciertos niveles de inmunidad, ¿pero es conveniente para los estados y su clase gobernante extinguir la pandemia?, ¿los laboratorios y su industria de no-muerte se benefician sin el virus o los virus?, ¿la creciente espiral de oposición social al actual orden sistémico es negocio para quienes lo dominan?, ¿acaso la pandemia no ha llegado en el mejor momento de la humanidad para subyugarla y oprimirla y hacer parecer que la omnisciencia, la omnipotencia y la omnipresencia del gobierno y su clase política es necesaria?
La respuesta es clara: la carnicería es positiva para el carnicero, sin sacrificados no puede haber vida, ¿no es acaso la muerte el mejor negocio para las funerarias que como nunca antes han instrumentado en el servicio de la muerte el lucro festivo de sus dueños?
Prepárate para la muerte y lo encarnizado de los cinco años venideros, donde los poderes detrás de los poderes legales habrán de explorar cuáles son las líneas de control social convenientes; ello, si lo lees, pese a ser parte de la cadena de reproducción de esta veta de desigualdad y opresión social, te podrá vincular a la infausta proyección de quienes serán útiles para replantear el juego y volver al predominio de los ciegos.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.