¿Le conviene al PRI Hidalgo ir en alianza con PAN y PRD?

La dirigencia nacional del PRI, en voz de su presidente Alejandro Moreno, ya dijo que acepta caminar en alianza con el PAN y el PRD para la elección del 6 de junio del 2021, a convocatoria de la organización Sí Por México, que presiden los empresarios Claudio X. González y Gustavo Hoyos, presidente de la Coparmex. 

Moreno señaló el pasado 10 de noviembre, en la convención nacional de esa organización, que el PRI se sumaba a su agenda e incluso, dicen las informaciones, que les ofreció candidaturas.

La intención es lograr arrebatarle a Morena la mayoría en el Congreso y tener fuerza de contrapeso que frene la política del presidente Obrador.

El propósito es ir a la elección del 2021, ya con este esquema de participación de los tres partidos, sin que se tengan más datos sobre la forma como se decidirán las candidaturas.

De entrada, la intención parece buena, pues lograr una fuerza de contrapeso con mayoría en el Congreso, le darían al país políticas nacidas de acuerdos entre fuerzas equilibradas, en que no cabrían decisiones unipersonales, sino nacidas del diálogo.

El problema está en que si esta decisión de la cúpula nacional priista, ¿EN HIDALGO, SERÁ OBLIGATORIA ESTA ALIANZA?, cuando de sobra se sabe que los priistas de Hidalgo le exigieron a su dirigencia no ir en alianza con ningún partido, sino solos, con resultados muy buenos que se miden en haber ganado en octubre pasado, 100 por ciento más municipios que en el 2016.

¿Tendrá sentido esta decisión de los dirigentes nacionales, en un estado que tiene al mejor gobernador priista y uno de los tres mejores de México?

En caso de darse, las candidaturas para diputados no serían todas para el partido tricolor por obvias razones, lo que parece que sembraría desaliento en un PRI del estado fuerte y echado para adelante en la lucha electoral que se avecina.

La guerra por el poder crea escenarios difíciles de entender, por más que se invoque la urgencia de frenar abusos federales en el ejercicio del poder, porque esta alianza entre PRI, PAN y PRD busca unir en actos de lucha por el mando a tres partidos que históricamente son de propuestas, ya no se diga no sólo diferentes, sino contrarias y confrontadas en su concepción de nación. 

Se supone que el PRI de cada estado decidirá sobre el tema, porque intentar que se deba aceptar una orden del PRI nacional, es iniciar con el pie izquierdo en algo muy delicado que se llama IMPOSICIÓN.

En este momento el partido tricolor, suponemos, que depende de los priistas que tienen poder, principalmente gobernadores, porque antes el Presidente de la República, que era priista, decidía en muchos casos del partido, pero ahora, el Presidente es quien les arrebató el poder.

Hará falta mucho diálogo y acuerdo de los dirigentes nacionales con sus gobernadores, sin que se vea cómo se intentaría hacer una imposición de alianzas que sería el paso previo a la imposición de candidaturas.

Enredado el asunto, porque el gobernador Omar Fayad y los dirigentes tricolores Erika Rodríguez, Julio Valera y los priistas de Hidalgo, triunfadores de la elección del 18 de octubre son leales y disciplinados, pero no dejados.

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Por: Adalberto Peralta Sánchez

Nací el 11 de mayo de 1946 en un pueblito que tiene una laguna con patos y un parque con bancas con el nombre grabado del donante. Una de esas bancas tiene el nombre de mi padre. Estudié Filosofía y ejerzo el periodismo desde hace varios años. Colaborar con mi hijo en EFFETÁ me llena de orgullo. Trataré de hacerlo bien.


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SUMA Y RESTA - Adalberto Peralta Sánchez

Nací el 11 de mayo de 1946 en un pueblito que tiene una laguna con patos y un parque con bancas con el nombre grabado del donante. Una de esas bancas tiene el nombre de mi padre. Estudié Filosofía y ejerzo el periodismo desde hace varios años. Colaborar con mi hijo en EFFETÁ me llena de orgullo. Trataré de hacerlo bien.