La expresión tan mexicana: “puente Guadalupe-Reyes”, expresa en tres palabras el espíritu fiestero y pachanguero de nosotros los mexicanos, que comprenden del 12 de diciembre, DIA DE LA VIRGEN DE GUADALUPE, nuestra gran fiesta nacional, al 6 de enero, día de los REYES MAGOS. Entre estas dos festividades están: LAS POSADAS, del 16 al 24 de diciembre, luego LA FIESTA DE NAVIDAD, que se sigue con EL DIA DE LOS INOCENTES, el 28 de diciembre, para luego pasar a la festividad de FIN DE AÑO, el 31 de diciembre, que se liga con el 1 de enero, AÑO NUEVO, para terminar con el DÍA DE REYES, el 6 de enero.
Muchos días de fiesta, sin duda alguna, pero que nos retrata como pueblo alegre y fiestero, con este puente larguísimo en que no faltan las bebidas y los brindis.
Pues este puente se cayó y se hizo pedazos por la pandemia.
Porque todo indica que para empezar, la festividad de la Guadalupana se celebrará, pero no con las peregrinaciones tradicionales y menos con las concentraciones de fieles que se dan en todas las ciudades, pueblos y rancherías de México para celebrar a la patrona de México y todo por causa del virus.
Aunque esto no quiere decir que los mexicanos no le rindan homenaje a la Morenita y más en esta época de pandemia.
Pero el puente fiestero se derrumbó desde el principio.
Y así todas las otras celebraciones que no se podrán llevar a cabo porque las condiciones de salud no lo permiten.
Las posadas, que evocan tantas cosas en su modo original de celebrarse, tendrán que esperar mejor ocasión y el “dale, dale, dale.. no pierdas el tino” será orientado a darle pero al covid-19, del cual por cierto hasta piñatas hay.
Estas festividades eran la ocasión para celebrar a la vida en las reuniones que se llevaban a cabo con amigos, compañeros de trabajo y gente en general, con bailes que se daban hasta con la promoción de “Pre-posadas”, que no era otra cosa que un pretexto para la fiesta.
En este 2020 no será así, como medida de vida en la prevención de la pandemia.
Todo será en casa y se supone que sin reuniones grandes.
Aunque como en las campañas para alcaldes, que acabamos de pasar, no faltarán los que quieran hacer la fiesta en grande sin reparar que lo que está en juego es la vida.
Por lo pronto este puente se cayó.
LOS OTROS PUENTES
Y hay otros puentes que se están derrumbando ante la vista de todos, como el puente Garza, que se nota agrietado y a punto de derrumbarse con varios de sus pilares, como el rector Pontigo y Damián, en equilibrios para no ir al suelo. Incluso, si el gran jefe del Grupo encontrara en diciembre mejores caminos que la cárcel, el daño al grupo Universidad no se lo quita nadie.
Otro puente en desgracia es el puente Morena, una verdadera tragedia por falta de unidad y disciplina partidista, sin presidente que le de sentido de organización, y por lo mismo, con una debilidad terrible que permitió que gente de fuera lo saqueara. Cómo estarán las cosas, que se apunta para dirigirlo la todavía diputada federal Simey Olvera, que se debe conocer como la diputada invisible, porque no se le ve en San Lázaro en nada importante.
En una actitud que sólo causa risa, es el partido que más impugnaciones llevó al Tribunal Electoral del estado por las recientes elecciones de alcaldes. No tienen cara para culpar a otros de su irresponsabilidad, que provocó que no tuvieran candidatos en nueve municipios.
No corren y quieren ganar la carrera. Ridículos.
Por: Adalberto Peralta Sánchez
Nací el 11 de mayo de 1946 en un pueblito que tiene una laguna con patos y un parque con bancas con el nombre grabado del donante. Una de esas bancas tiene el nombre de mi padre. Estudié Filosofía y ejerzo el periodismo desde hace varios años. Colaborar con mi hijo en EFFETÁ me llena de orgullo. Trataré de hacerlo bien.