Las sucesivas manifestaciones del grupo anti-AMLO, denominado FRENA, no detienen la marcha del actual gobierno, pero son una espina que pretende convertirse en una herida y trascender en una estrategia política que hasta ahora se sigue encontrando con el peso del capital político del presidente, que ha cimentado el piso de la 4T.
Sin embargo, FRENA llegó para quedarse y, desde luego, es la masturbación política que pretende ser promisoria para los sectores que, a diferencia de López Obrador, no cuentan con el capital político necesario para poder utilizar las estrategias del pasado, entre ellas, las construcciones mediáticas de cajas chinas o simuladores de realidad que sirvan para ablandar el apoyo con que cuenta la actual administración federal y así dar inicio al laberinto de la inconsistencia social que históricamente ha hecho posible el ascenso de los gobiernos conocidos por todos.
El absurdo de la estrategia de este bloque opositor estriba en que muy temprano develó su golpismo, donde el discurso de odio y rabia dejó ver una impotencia política brutal y, lo que es peor, su impericia, pues no nos ha enseñado que puede brindar salidas claras o propuestas que puedan significar otro horizonte que no sea el de la crítica de odio como callejón sin salida de su diálogo e interpelación política.
En este escenario lapidario, FRENA es una espina que no frena la marcha del actual gobierno, no cuenta con los argumentos de peso para demostrar que son fallidas las estrategias de la planeación de Estado y, lo que es peor, se enfrenta a la legitimidad que la mayoría le otorga paso firme a López Obrador y su gobierno y, causa sentida, el hecho de haber conquistado un escenario adverso y derrotar en las urnas a los vetustos proyectos de PRI y PAN.
Con dicho intrincado telón de fondo, FRENA aparece desprovisto de argumentos convincentes a nivel social, cuestión a la que se adhieren los hechos visuales mediáticos donde sus caravanas no se hacen a pie, como las hace el pueblo, sino que utiliza automóviles de lujo, gente sin hambre y vestida con opulencia, sin rostros de dolor y sufrimiento histórico, sin rostro de pueblo, de los de abajo, de aquellos que hoy podrán protestar por siempre haber sufrido las penurias de las asimetrías del poder público que los oprimió.
Sin imaginación, con impericia y sin capital político, FRENA no detiene la marcha del gobierno.
Consultoría Política y lectura espiritual de Tarot: [email protected]
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
