La erosión del orden sistémico capitalista nos ha enseñado que la desigualdad social es una condición intencionada que obedece a formas de control de las élites para apropiarse de la riqueza social, lo que ha creado un mundo miserable y asqueroso donde la mayoría se caga de hambre mientras la minoría vive en el paraíso y la jauja.
Las posturas intelectuales sobre la erosión sistémica que vivimos son incipientes, mientras las evidencias de un Estado rebasado y autoritario están a la vista en muchos países de occidente que nos muestran que a las élites del poder jamás le han importado los ciudadanos, quienes de manera brutal mueren por la pandemia y son arrojados a trabajar, creando una estela de infección y muerte inenarrable.
El gatopardismo de los gobiernos es asqueroso, ocultan la verdad verdadera, como le llama el filósofo Noam Chomsky, quien advierte el encubrimiento de los secretos de Estado que van más allá de cualquier apetito racional, al grado que las armas biológicas han sido desarrolladas desde hace décadas sin que nos hayamos percatado, pero que ante la brutalidad de la realidad social el genocidio encubierto se desvela.
El pesar intelectual que subyace estriba en que la mayor parte de la población mundial no entiende lo que sucede, su ignorancia, y su ignorancia funcional, los invade; en el primero de los casos, la ignorancia es el mejor instrumento de sometimiento de las élites del Estado; mientras que la ignorancia funcional es peor, porque saber leer y escribir no siempre permite abrir los ojos a los atropellos, la explotación y el robo social del Estado.
La gota amarga de la pandemia es que en la posible reestructuración de la realidad política y económica del mundo, organismos como la OCDE, el FMI y la ONU guardan el silencio de los carniceros y no advierten que se debe cambiar esta miserable realidad, que es producto de élites que explotan y roban a los pueblos.
Una sociedad ciega, ignorante y explotadacuenta, prácticamente, con nulas posibilidades de cambiar su realidad; su marasmo la condena a un destino manifiesto, a la imposibilidad de trascender a la igualdad de oportunidades sociales.
Consultoría Política y lectura espiritual de Tarot:[email protected]
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.