André Davis (Chadwick Boseman) es un policía con el gatillo rápido. Ha liquidado a ocho delincuentes sin el menor asomo de culpa, pues su padre, un esforzado agente, fue acribillado cuando él era niño; por eso, parece el candidato ideal para resolver el asesinato de ocho policías durante una reyerta con narcotraficantes que se han llevado 50 kilos de droga.
El capitán McKenna (el oscareado J. K. Simmons) le ofrece todo tipo de ayuda y le permite cerrar los 21 puentes que rodean Manhattan para acorralar a los asesinos Michael (Stephan James), un ex combatiente, y Ray (Taylor Kitsch).
Se trata de Nueva York sin salida, un thriller de Brian Kirk que pretende homenajear el cine negro de antaño, denunciando la corrupción policíaca. El director irlandés de series televisivas como Juego de tronos, Los Tudor y Dexter ofrece un filme violento en el que el racismo queda en evidencia.
El héroe de color está interpretado por el popular actor de La pantera negra, de Marvel, y le hace contraparte la guapa Sienna Miller, en el papel de Frankie Burns, una esforzada agente y abnegada madre.
21 Bridges resulta, pues, un curioso thriller de color que mantiene la acción durante sus 99 minutos.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.