El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no podría estar mejor en la etapa previa al inicio de una nueva campaña presidencial. En el primer trimestre de este año, el crecimiento de la economía de ese país, inesperadamente y en contra de los pronósticos, ha alcanzado una tasa de 3.2%, según el Departamento de Comercio. Se trata de un crecimiento motivado fundamentalmente por una balanza comercial más positiva a su favor, como resultado de las medidas proteccionistas aplicadas, aun cuando todos dudan de que las políticas de Trump y sus resultados sean sostenibles a mediano plazo.
El presidente está muy satisfecho y no ha perdido oportunidad para hablar sobre sus políticas y los resultados, pues ha logrado una tasa superior al 3% prometida para 2019. De esta forma, todo pareciera indicar que la economía de Estados Unidos se dispone a iniciar una nueva etapa de crecimiento económico y el fantasma de la recesión parece alejarse por ahora.
Aunque se trata de las primeras estimaciones del Departamento de Comercio y posteriormente podrían ajustarse al alza o la abaja, las cifras son halagadoras para cualquier analista. Se trata de un crecimiento del 3.2, un punto más que el trimestre anterior, cuando la economía estadounidense creció a una tasa interanual del 2.2%, cuando los economistas apostaban por un crecimiento del 2.3% y 2.7%; todo esto, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Grupo de los 20 (G20) estaban reduciendo sus proyecciones de crecimiento, previendo una desaceleración global y los efectos negativos del conflicto comercial de Estados Unidos y China, así como las propias dificultades de este último país para impulsar sus propias reformas.
Donald Trump está más que satisfecho con esos resultados. Él prometió un crecimiento anual del 3% para este año y puede lograrlo, a pesar de que los resultados son producto de una caída de 3.7% en las importaciones, sobre todo de las procedentes de China, así como de un incremento del 3.7% de las exportaciones estadounidenses y un aumento de las inversiones. Sin embargo, existen otros datos que hablan de una caída en el consumo, el cual sólo ha aumentado 1.2% en un año; mientras que la inflación se mantiene debajo de los objetivos del 1.3% y lejos de los objetivos de la Reserva Federal (FED) del 2%; es decir, hay una reticencia de los consumidores a incrementar su demanda y ello podría afectar las expectativas de crecimiento en el mediano plazo.
Aun así, las cifras sobre el crecimiento económico en Estados Unidos son una victoria para el presidente y su equipo, por lo que, de mantenerse bajo esa dinámica de crecimiento la economía estadounidense, esas cifras podrían ser las mejores cartas para exhibirse frente a sus competidores republicanos y demócratas, de cara a su reelección.
Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.