Washington y Beijing parecen concitar su guerra comercial y llegar a la pacificación de los mercados y los índices bursátiles, pero siguen sin definir qué pasará con Venezuela, donde Nicolás Maduro se enfrenta al autoproclamado presidente Juan Guaidó, la crisis política se agudiza y adquiere matices temerarios para cualquiera de los bandos en conflicto al ser un país donde la derecha tiene poca imaginación y recursos políticos para hacer frente a un gobierno legal y legítimo.
De acuerdo a la prensa “formal”, aquella que focaliza sus ataques en contra de Nicolás Maduro y su gobierno, Venezuela enfrenta una de las peores dictaduras de su historia y percibe a Juan Guaidó como el demócrata que habrá de salvar del populismo comunista a los venezolanos y al mundo libre.
¿Cuál es la verdad de este embrollo político? Lo cierto es que Nicolás Maduro es el presidente legal y legítimo de Venezuela y cuenta con el apoyo de la mayor parte de los venezolanos y, desde luego, con el ejército, que se ha convertido en la única variable que podría definir el conflicto en favor de la oposición de sublevarse y dar un golpe de Estado.
En cambio, Juan Guaidó, que es reconocido como presidente encargado por el Parlamento (asamblea popular), ha podido sublevar a una pequeña porción de militares y pedir en reiteradas ocasiones la intervención militar de Estados Unidos, lo cual es poco menos que una mentada de madre antipatriota, precisamente porque le pide a un gobierno extranjero intervenir suelo venezolano, su patria.
El transcurso de esta crisis que se ha prolongado con diferentes episodios de resistencia de los opositores a Maduro nuevamente se ha puesto al rojo vivo, pero sin que la oposición pueda, hasta ahora, tirar al gobierno legítimo. Esto pone otras cartas sobre la mesa política, como el enfrentamiento entre Estados Unidos y China y la visoría de Rusia, países que se han opuesto a la intervención militar norteamericana y con su poderío han disuadido de hacerlo al gobierno de Trump.
Todo está pintado para que Nicolás Maduro resuelva el impasse político que ante la intentona de golpe de Estado termine por debilitarse y desmembrar la fuerza opositora, que no tiene el peso político en la voluntad ciudadana para tirar a su gobierno.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.