Pareciera estar de moda en el cine mexicano, hacer remakes de películas exitosas extranjeras, aunque eso no sea sinónimo de éxito, como ocurrió con Mi pequeño gran hombre, que quedó a años luz del original.
Ahora toca el turno a La boda de mi mejor amigo, una comedia filmada en 1997 por P.J. Hogan con Julia Roberts y Cameron Díaz disputándose los favores de Dermont Mulroney.
La crítica gastrónoma Julia (Ana Serradilla, Cansada de besar sapos) recibe como una cubetada de agua helada el anuncio de su mejor amigo Jorge (Miguel Ángel Silvestre) que se va a casar con Renata, la hija del dueño de un equipo de fútbol (Natasha Dupeyrón). Y es que Julia se percata que se trata del verdadero amor de su vida y solamente dispone de cuatro días para tratar de echar a perder la boda, con la ayuda de su amigo Manuel (Carlos Ferro), dando lugar a divertidas situaciones.
El asunto se ha encargado a Celso García, quien había dejado un buen sabor de boca con su ópera prima, La delgada línea amarilla.
Aquí se limita a copiar el original, con la intérprete de La viuda negra como una digna heredera de la mujer bonita, mientras que la estrella de Plan V, es más divertida que Cameron Díaz.
En cambio el galán español resulta bastante gris.
La boda de mi mejor amigo resulta pues una comedia no del todo lograda, que pueden ver quienes no conozcan la original.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.