Realmente son pocas las muestras del cine de animación sudamericano que llegan a las pantallas comerciales. Recordamos la colombiana “Virus tropical”, de Santiago Caicedo, o la argentina “Anina”, de Alfredo Soderguit.
Por eso nos llama la atención “Lino”, una aventura con siete vidas de Rafael Ribas. Y es que se trata de una producción de la filial brasileña de la Twenty Century Fox.
El Lino del título (Seiton Mello) es un tímido joven que se gana la vida animando fiestas infantiles disfrazado con la botarga de un gato. Reniega de su mala suerte con las mujeres y de sus escasos ingresos; sin embargo, la cosa se complicará más cuando, debido a un hechizo, quede convertido verdaderamente en gato y sea buscado por la policía, pues su vecino cometió una serie de robos utilizando la botarga. Su única esperanza es un mago (Phil Miller), quien parece la versión carioca de Javier Duarte, para que pueda desencantarlo y librarlo de la persecución de la policía, encabezada por una excompañera de escuela (Paola Oliveira).
Ribas se ha dedicado al cine de animación con cintas como “O grilo feliz e os insetos gigantes”, que no se ha exhibido en nuestro país.
“Lino: uma aventura de sete vidas” resulta una sencilla cinta que viene a refrescar el mundo de la animación para los pequeñines acostumbrados a productos hollywoodenses, cintas japonesas o producciones nacionales.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.