Jesús Reyes Heroles (JRH), tenido por los que saben de política como uno de los ideólogos y pensadores de mayor estatura por sus obras y propuestas, señaló un día: “Seremos inflexibles en la defensa de las ideas, pero respetuosos en las formas, pues en política, frecuentemente, LA FORMA ES FONDO”.
Esto, en una medianona adaptación equivale a: “Lo cortés no quita lo valiente”, y que en la vida “no hay que serlo sino también parecerlo”, o con todo lo que significa Julio César en su afirmación que no tiene desperdicio: “La mujer del César no sólo debe ser honrada, sino parecerlo”, cuando damas romanas le exigían que anulara el divorcio con su esposa Pompeya Sila, que había acudido a una Saturnalia (fiesta sexual que se permitían las damas de Roma, pero a la que había asistido sólo como espectadora, no como protagonista, de tal manera que no se le podía cuestionar nada en su conducta).
De esta historia con toda seguridad nació la frase: “No sólo hay que serlo, hay que parecerlo”, y que encuentra un resumen genial en la frase de JRH cuando dice: “La forma es fondo”.
¿Y todo lo dicho por qué? Por la exhibición de torpeza, o más bien de soberbia, del Grupo Universidad por orden, se debe suponer, de su dueño Gerardo Sosa, que llevó -se debe visualizar así el caso- a SUS diputados de Morena a una reunión al CEUNI, lejos de su sede natural que es el partido o el Congreso. Por más que argumenten que no tienen cabida en ese recinto, lo cierto es que nadie les negaría un espacio para su reunión, pero al parecer les ganó la soberbia para demostrar de parte del grupo alado que ellos son los que mandan y que el Congreso lo sienten suyo y listo para sus planes y programas, y como mensaje fuerte: que el jefe es Sosa y para ello hace uso y abuso tanto de la UAEH como del grupo de títeres y titinos que parecen ser los diputados supuestamente de Morena, pero con la camiseta garza a todas luces.
Por más argumentos y explicaciones que den los legisladores encabezados por el gran polichinela Abraham Mendoza, con esta decisión de su jefe queda de manifiesto que el grupo de diputados de Morena carece de libertad para actuar y pensar, pues todo depende de la voluntad de su patrón y todos quedan reducidos al patético papel de peleles que no actúan si no les mueven los hilos.
Quedan exhibidos como un grupo dócil y obediente al mandamás, sin que cuente para nada su opinión o derecho a la libertad de pensar y actuar, requisitos que, por lo que se ve, son claves para ser parte de los alados.
Pero lo más delicado para Hidalgo es ver en los hechos que el Congreso es liliputiense por la falta de estatura política de sus diputados, por muy pensantes que se digan, presto a la voz del amo que por lo visto los maneja a su antojo.
Con esta falta de dignidad, de libertad para pensar y actuar, por lo visto nadie se opuso a esta reunión en la casa de la garza, por más pretextos que den; poco se puede esperar que no nazca de la revancha, la venganza, las ganas de imponer criterios y caminos al gobierno de Hidalgo muy lejos de acuerdos y diálogo constructivo fuera de las poses, no de los obedientes legisladores de Morena sino de su amo.
Por cierto, y de acuerdo a lo dicho por el diputado de Morena, Víctor Guerrero Trejo, la reunión fue a puerta cerrada en el CEUNI, por la noche y con todo vigilado, empezando por el estacionamiento donde no dejaron pasar a nadie. La reunión terminó poquito antes de las 23 horas y habría sido para testar el tema de las comisiones.
Signos son signos y esto da para leer que poco se puede esperar de quienes son sordos a todas las voces que no sean la de su patrón. Por lo menos es lo que se ve en una acción que lo menos que se cuidó fueron las formas, y ya lo dijo Julio César: “La mujer del César no sólo debe ser honrada, sino parecerlo”.
Pero hay quienes ni siquiera lo parecen…