¿Cómo andan los partidos políticos en Hidalgo?

Se esperan renovaciones en las dirigencias estatales del PRI y el PAN, ambas para diciembre y con grillas al interior que dejan dudas sobre el trabajo partidista, así como la lealtad de sus actores políticos.

En Acción Nacional prevalece un ambiente de zozobra, pues existen cerca de 15 perfiles que quieren la presidencia del partido, además hay sospechas de que algunos de ellos no abonaron a la unión partidista durante las pasadas elecciones, mientras otros personajes son señalados por fuertes rumores de haber trabajado en favor de otros candidatos. Derivado de dichos rumores prevalece el temor de la militancia, pues un mal líder podría ser la cruz que entierre a los azules, esto sin contar los detalles financieros que aún no han sido aclarados.

Por su parte, los tricolores viven una situación semejante, pues se habla de una renovación pero Leoncio Pineda Godos y Erika Rodríguez se aferran a alargar su estadía por incertidumbre en su futuro político, mismos rumores sobre “chaqueteos” acontecidos en el pasado proceso electoral por falta de liderazgo.

Morena continúa la pelea al interior por quien podría llegar a la dirigencia estatal, y el nombre más recurrente es el de Damián Sosa, aunque en días pasados se dijo que no podía ser opción por falta de militancia en Regeneración Nacional, por lo que no se descartarían otros contendientes como Canek Vázquez. Como era de esperarse, comienza el golpeteo entre ellos, pese a sus esfuerzos por ocultarlo.

El PRD y el PT también están analizando la renovación estatal; mientras el sol azteca otorgó su voto a Morena en el Congreso Local, los petistas siguen peleando por traer o no un dirigente que no sea hidalguense –da la impresión que le copiaron a los priistas la estrategia de poner a dos secretarios de Organización bajo el requisito de no pertenecer a la entidad-.

Mientras en el PES, las fricciones cada día son más evidentes, mostrando una alianza entre Daniel Andrade Zurutuza y Crisóforo Rodríguez Villegas; éste último -expanalista y actual diputado pesista- parece seducido por ciertos intereses que lo llevaron a asegurar que Adela Pérez había ganado la diputación por él. Parece que la alianza Andrade-Rodríguez está desesperada por no desprenderse de la dirigencia estatal y quiere hacerse fuerte a punta de periodicazos para ocultar su falta de trabajo y traiciones en las elecciones pasadas.

Por: Martha Sáenz

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