Una seria depresión existe en la clase política perdedora ante la conformación de la Cámara Baja a nivel federal y de muchos congresos locales donde Morena se constituye como partido hegemónico por tener mayoría y los demás partidos se han vuelto comparsa, por lo que la toma de decisiones favorece a los de Regeneración Nacional y el juego de pesos y contrapesos se ha anulado.
La depresión es tan cabrona que hasta ahora no se han trazado estrategias para contrarrestar la conducción legislativa del país, pero la conducción política va más allá de esto y debe darse desde la sociedad civil, donde todavía la oposición partidista y sus fuerzas políticas no se encuentra organizada.
Todo supone una luna de miel de realizaciones para Morena en el gobierno, pero la sombra de la conducta política del PRI hegemónico hace suponer que Morena hecho gobierno podría abusar del poder, enrareciendo el clima para la oposición e inclusive para amplios sectores de la ciudadanía.
Técnicamente Morena es un partido hegemónico, pero el contexto político donde lo fue el PRI no es el mismo ahora, por lo que el panóptico ciudadano estará mucho más pendiente de los pasos de los representantes de Morena, y en especial de López Obrador, por lo que nadie asuma que las cosas para los guindas van viento en popa.
Además, el hecho de que Manuelovich haya sido el más grande opositor de la “mafia del poder”, de la corrupción, del nepotismo, del autoritarismo, de la verticalidad política y del PRI, hace que las miradas en sus acciones sean, contundentemente, las que cuestionen cualquiera de sus pasos y dichos, situación incómoda para gobernar cuando las esperanzas sociales están puestas en su gobierno.
Ejercer el poder político siendo mayoría es tan incómodo como cuando se es minoría, porque los radios de acción gubernamental están escrutados por la ciudadanía, la cual se puede manifestar ampliamente y tirar desde las redes sociales el activismo mediático y la movilización in cito, a cualquier gobierno, o de menos ponerlo a temblar.
Sí: Morena es partido hegemónico, pero no será como lo fue el PRI, eso es más que claro.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
