Durante la sesión del martes en el Congreso del Estado de Hidalgo, la bancada de Morena declaró un receso del que nunca regresó, para ayer (miércoles) interponer una petición de inicio del procedimiento de desaparición de poderes ante el Senado, justificando en hechos que consideran han violentado a dicha expresión política, así como la intervención del Ejecutivo en la designación de quien presida la Junta de Gobierno de la LXIV Legislatura.
Sobre este tema han surgido decenas de opiniones en todos los sentidos, pero impera la argumentación jurídica. Es cierto que los diputados están actuando conforme a la legislación, pero están perdiendo de vista los costos políticos, pues generan un enfrentamiento directo entre Morena y el gobernador (no necesariamente contra un partido político).
La bancada local pelea la presidencia de la Junta de Gobierno por ser mayoría en el Congreso, lo cual es válido, pero dejan fuera a los grupos minoritarios con la justificación de que sólo quieren “limpiar” temas. También argumentan que el reciente cambio de legislación es contrario a la voluntad ciudadana que los designó en el proceso electoral pasado.
Siendo justos, la bancada morenista arribó, en gran medida, por el efecto AMLO, al grado de que algunas encuestan hablaban de que los hoy legisladores durante campaña eran reconocidos por menos del 10% de la población, aunque “haiga sido como haiga sido” fueron elegidos por medio del voto, pero el hecho de reflejar la voluntad ciudadana podría causar polémica.
Ahora bien, la decisión de “sacar” al Ejecutivo estatal deja una impresión de poco respeto al voto ciudadano que lo designó hace dos años. Por supuesto: es cierto que los morenistas poseen el derecho de politizar una situación que les permita sacar ventaja en la carrera a la gubernatura, la pregunta es: ¿a qué costo?
Ricardo Monreal, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en el Senado, dejó claro que agotaría la vía del diálogo con el gobernador e invitó a que no se presentara de modo formal la petición de inicio del procedimiento de desaparición de poderes en la entidad.
Dicha postura podría dejar entrever que comienzan a formarse grupos políticos al interior de Morena Hidalgo sin que exista buena relación entre ellos, por ejemplo Julio Menchaca Salazar, senador, no desplegó un discurso de apoyo hacia la bancada local, más bien dio la impresión de querer permanecer al margen. De igual forma actuó Canek Vázquez (durante su estancia como legislador local nunca se generaron este tipo de situaciones).
Esto lleva a colocar al Grupo Universidad a la cabeza de dicha estrategia, mismo que con anterioridad se pronunció en favor de un juicio político al gobernador de Hidalgo, por lo que la estrategia parece estar más que clara: durante el período de la LXIV Legislatura existirá la búsqueda incansable por hacerse del Poder Ejecutivo antes del proceso electoral de 2022.
Un escenario nunca antes visto en Hidalgo: la petición de desaparición de poderes, una oposición con la espada desenvainada y un Ejecutivo que deberá permanecer estoico ante las embestidas que buscarán arrebatarle el poder durante los siguientes años.
Por: Martha Sáenz
Opiniones y cuentos de lo que veo.