Te doy algunos tips sobre el control mental de la política y sus alcances sociales. La nación y lo nacional, estelas que superan las diferencias de clase social y hermanan, porque no es lo mismo decir “tú eres de la burguesía o rico”, que “tú eres proletario o pobre”, que decir: “todos somos mexicanos”; aquí no existe diferencia ni exclusión social. Aunque esto es la mayor parte de las veces y por las intenciones de la clase política, un discurso, retórica, demagogia y gatopardismo.
El bien común: no existe político ni clase política que en sus discursos deje de señalar el “bien común” como forma de horizontalidad que pretende dar a entender que el gobierno es de todos y para todos, cosa poco menos que parodia en nuestros días, porque en los hechos los ciudadanos están presos de la clase política y sus decisiones.
La libertad es uno de los conceptos más socorridos que se utiliza como el pandemonio que evita males mayores, por cierto, la única libertad es jurídica, pero sus metáforas suelen ser cabronas; los ciudadanos la ubican como espacio privado y frontera de las interferencias de cualquier cosa, cuestión que es poco menos que quimérica, pero que le otorga dividendos al manejo de los políticos y el Estado. A todo mundo le cala el alma que lo ubiquen como libre y se utiliza como la antítesis del monstruo social de la tiranía, el autoritarismo o la arbitrariedad (Venezuela y Maduro son el arquetipo).
La igualdad: ninguna manzana de la discordia como la dimensión de la igualdad, donde el gobierno cacarea que el derecho hace posible tu desarrollo humano, pero en los hechos la dimensión es la desigualdad, económica, política, cultural, étnica y social, entre muchas otras, que el Estado no contiene desde la igualdad jurídica, pero la idea escondida. al igual que con otros derechos o garantías que tenemos es parafraseando al Estado: “yo te otorgué los derechos, si tu no los haces valer, estupendo”, el ejemplo es: tienes derecho a la propiedad privada pero más del 90% de los mexicanos no son dueños de nada, y con la nueva Ley sobre el agua, los mexicanos no son dueños ni de ésta.
La seguridad. Si la asumimos como el uso patrimonial de la represión legal del Estado para salvaguardar la integridad física, psíquica y patrimonial, es poco menos que una mentada de madre; pocos ciudadanos asumen que es el Estado el que brinda esta protección y que garantiza tu seguridad, cosa brutal porque la realidad nos alecciona que vivimos o sobrevivimos en la inseguridad; más aún, cuando un gobernante señala: “vamos a aumentar la fuerza policiaca para proteger a la ciudadanía”, lo que piensan los ciudadanos es: “más ladrones para robarnos”.
Me podría pasar describiendo estas formas de control social, pero creo que ya intuyes muchas de ellas y, lo que es peor: las has vivido.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
