A fines de los sesenta, los estudios Disney hicieron una animación titulada “Winnie Pooh y el árbol de miel”, que recreaba a los entrañables personajes de A. A. Milne. Tuvo tal éxito que mereció varias secuelas como “Winnie Pooh y el árbol de Navidad” o “Winnie Pooh y el pequeño efelante”. Incluso llegó a filmarse otra animación sobre Tigger.
Después tocó el turno a una biografía de Milne titulada “Hasta pronto, Christopher Robin”, de Simon Curtis, sin mucho éxito, pero “Christopher Robin: un reencuentro inolvidable”, de Marc Forster, cuenta con el apoyo de los Estudios Disney.
El guión, de Alex Perry y Tom McCarthy, es una mezcla de biografía y ficción. Christopher Robin creció y tuvo que combatir en la Primera Guerra Mundial; se casó con la bella Evelyn (Hayley Atwell) y tiene una pequeña hija llamada Madeleine (Bronte Carmichael). Para mantenerlas, Christopher ha tenido que aceptar un aburrido trabajo en una compañía de equipajes, pero su vida cambia radicalmente cuando reaparece en su vida Winnie Pooh para pedirle que lo ayude a encontrar a sus amigos que han desaparecido del bosque de los cien acres. Christopher lo ayudará aunque ponga en peligro su trabajo.
El director de “Mi pasado me condena” y “El mañana nunca muere” recuerda otro filme anterior suyo, “Descubriendo el país del nunca jamás”, sobre el escritor de Peter Pan, pero aquí tiene el plus de unos amados peluches animados y diálogos chispeantes.
Por todo ello, “Christopher Robin” es un buen filme infantil que puede ser disfrutado por toda la familia.
https://www.youtube.com/watch?v=eT_WZ3uh2z0
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.