De pronto los dueños de algunos equipos de la Liga Mexicana se pusieron impacientes y cambiaron de managers por los más diversos motivos. Los Acereros de Monclova, que habían tenido un muy buen arranque en el segundo torneo con el venezolano Álvarez, se percataron del error de los Toros de Tijuana al despedir a Pedro Meré, a quien le habían ofrecido un puesto administrativo y lo contrataron con tan buen ojo que el veracruzano los tiene encaramados en primer lugar. Los astados, quienes habían sustituido a Meré por el boricua Lino Rivera, decidieron despedirlo y confiar en su coach Oscar Robles, en su primera oportunidad en el circuito luego de haber sido campeón como jugador el año pasado.
Tras haber tenido un buen arranque en el segundo torneo, los Guerreros de Oaxaca, de Joe Álvarez, cayeron en una mala racha de siete derrotas consecutivas y nombraron como manager a Sergio Omar Gastélum, quien se retiró con los Diablos Rojos la temporada pasada. Sin embargo, han seguido perdiendo y no es de extrañar que le hayan enviado como apoyo a Daniel Fernández, quien había sido despedido de los Piratas de Campeche, que a su vez nombraron al venezolano Rómulo Rafael Martínez.
Estos golpes de timón son, en algunos casos, medidas desesperadas, aunque en la mayoría de los casos los equipos de media tabla en realidad no tienen los recursos para llegar a la postemporada.
En el caso de Meré y Robles, lo cierto es que sus patrones no quieren algo menos que el campeonato, y no conseguirlo será considerado como un fracaso.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.