Verónica ANGELES
Una autoridad no competente avaló el proceso de huelga, misma que algunos trabajadores sindicalizados comenzaron antes de la hora establecida. Con estos argumentos el abogado Antonio Serrano Monsalvo solicitó un amparo ante el juez de distrito para que decrete la suspensión definitiva del paro de trabajadores sindicalizados en Mineral de la Reforma.
En conferencia de prensa en la explanada de la presidencia de Mineral de la Reforma, acompañado del secretario general Pedro Celestino Pérez Flores, el abogado explicó que la huelga es ilegal debido a que, en primer lugar, la avaló una dependencia que no existe: “lo ordenó el Tribunal de Arbitraje y debió haber sido el Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje”, expuso.
Además, el proceso judicial ordenaba iniciar el paro de labores a las 10 de la mañana, pero hubo personas que dejaron sus áreas de trabajo desde las 7 de la mañana, hecho que, a decir del abogado, hace ilegal el procedimiento.
A decir del experto en leyes, los inconformes incurrieron en errores que dejan sin efecto la huelga, entre ellos que el tribunal ordenó que se mantuvieran funcionando el Registro Civil, Protección Civil y Seguridad Pública, obligando a grupos huelguistas a seguir trabajando, hecho que tampoco ocurrió.
Asimismo, denunció que con el cierre de instalaciones se privó de manera ilegal de la libertad a por lo menos 20 personas que permanecieron en las instalaciones desde la tarde del martes.
Pedro Celestino Pérez aseguró que hay mil 500 trabajadores que sí quieren laborar, a diferencia de los 230 que están en huelga; “se están violando sus derechos como tal en perjuicio de la mayoría de trabajadores”, aseveró.
Sobre las negociaciones, ambos coincidieron en que no pueden comenzarlas porque la huelga deriva de un acto ilegal.
LA CONFRONTACIÓN
La mañana de este miércoles hubo un conato de pleito entre los empleados no sindicalizados y los que están en paro, ya que los de confianza pretendieron entrar a las oficinas y los sindicalizados se los impidieron. Comenzaron los empujones y empellones, por lo que elementos de Seguridad Pública Estatal utilizaron bombas de gas lacrimógeno, logrando así que las personas se dispersaran.
El secretario general lamentó el tremendo lío, pues aseguró que fue un abuso de autoridad por parte de los policías.