Kant racionaliza la moral a través de la generalización y generaliza a la moral a través de la racionalización. So? Su error está en las dos: la moral (auténtica) no es general y mucho menos racional (como criterio de demarcación).
Un aullido.
Miraba la ciudad de Reno por la ventana, el sol de la tarde cubriendo las casas y cubierta de blan-completamente nevada… Siento un mareo, me sostengo del marco y me siento con dificultad en un silla de cuero. Recupero el equilibrio cabizbajo, sollozo un poco y levanto con dificultad la mirada.
Un suspiro.
¿Dónde estás?
En la oscura madrugada de insomnio, quemando mis ansias, apareció una luz que parecía provenir más allá de la luna, el sistema solar y la más lejana de las galaxias. Tocó suavemente mi frente para reanimarme en un consuelo proveniente del cielo recorriendo mi cuerpo y, conforme su destello iluminaba mi alma, me habló al oído cálidamente:
—No te preocupes, él está bien.
¿Qué fue lo que pasó?
—El lobo curó tu herida con su lengua, la nieve y su saliva, se acurrucó a tu lado para mantenerte en calor y, cuando llegó la policía, tuvo que huir para esconderse en los bosques nevados. No quería apartarse de tu lado y le costó mucho alejarse de ti a pesar de que le dispararon. Sus huellas sirvieron de guía a los fortuitos cazadores hasta que el viento helado desvaneció su rastro.
Desperté intentando gritar y, para no ahogarme, expulsé varias flemas de sangre que limpié con una toalla blanca a mi lado. Me levanté al baño con el atril del suero, me quité con cuidado el vendaje y me miré al espejo. La curación, afortunadamente, no estaba dañada en los múltiples puntos de unos quince centímetros de extensión. Me mojé la cara, volví a ponerme la venda y miré mis ojos.
Tú eres un lobo.
Regresé a la cama, me acosté y, luego de sollozar un poco, me quedé observando la luna por la ventana.
¿Por qué soy un lobo? Eres rebelde, tienes frío y estás solo. No soy rebelde. Estás loco. No tengo frío. Pero estás solo. No estoy solo. Porque, en el fondo, quieres estar acompañado. No quiero estar acompañado de ningún ser humano. Extrañas ser humano. ¡Soy un ser humano! No como todos. Prefieres el frío solitario que el calor del rebaño. Aunque a veces extrañas la colectividad. Porque estás herido. Del espíritu. De tu ánima.
Una pausa.
¿Quién es el que habla? Yo. ¿Tú? Tú. ¿Yo? La voz del universo. No comprendo. Porque no puede comprenderse, sólo sentirse. ¿Sentir qué? La verdad. ¿Y qué es la verdad? La comprensión ontológica.
—Buenos días —me dice la enfermera pelirroja—. ¿Por qué tan sonriente? —pregunta mientras revisa el goteo del medicamento.
—“Soñé que el lobo estaba bien” —escribo en la pizarra y se me queda mirando.
—Eres mexicano ¿verdad?
—“Sí”.
—¿Crees en Dios?
—“God is Dead”
Le sorprendió mi apunte, muy seria llenó el reporte médico y, por primera vez, se retiró sin despedirse. Eso me pasa por ser tan franco. No me importa. A la chingada la gente falsa. Prefiero la soledad del lobo que la compañía del rebaño. Maldito rebaño, sólo quiere hacernos daño mediante el odio, su envidia y frustración. Maldita religión. El forraje de los borregos. Malditos nacionalismos, malditas banderas y maldita la hora en que me encuentro lejos de mi tierra. ¡Maldito concepto de Dios! O maldito yo por ser tan radical, orgulloso y necio. Maldita sea mi vida. Malditos sean todos. Malditos.
—La depresión nos hace dudar de nuestra soledad y, aparentemente, cualquier compañía se vuelve consuelo. Sin embargo, la verdadera prueba del superhombre es trascender la angustia solo.
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Por: Serner Mexica
Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".
