Entre mentiras y mierda absurda sucede el ataque de Estados Unidos y sus aliados, Gran Bretaña y Francia, el cual sólo deja ver que la fuerza se impone a la razón e inclusive a la humanidad.
Pero, ¿cuáles son las verdaderas razones del ataque norteamericano al régimen de Bashar Al Assad? Se trata de una estrategia de Estados Unidos para contrarrestar la presencia de Rusia en Medio Oriente, concretamente en Siria, un país geoestratégico en el flujo de petróleo y gas, amén de que Siria es la única república árabe laica que estuvo ligada a la órbita socialista dentro de la dinastía Al Assad.
El subterfugio de que Al Assad habría utilizado armas químicas para hacer frente a la insurgencia interna en su país es sólo eso: una gran cortina de humo que esconde las verdaderas intenciones y apetitos de los gringos que pretenden recuperar su presencia en Medio Oriente.
¿Y las armas químicas?
Una verdadera mierda y mentira absurda, pues a horas de llevarse a cabo el lanzamiento de misiles en donde supuestamente existen armas químicas y fábricas de éstas, reporteros de todas partes del mundo, e inclusive Bashar Al Assad, visitaron las poblaciones sin protección alguna, sin máscaras antigases ni trajes especiales, ¿esto no le dice nada al mundo?
Nuevamente los gringos y sus aliados nos quieren ver la cara de pendejos como ocurrió en la Guerra de Irak, donde cacarearon al mundo que había armas nucleares o de destrucción masiva, que por cierto el régimen de Hussein nunca llegó a utilizar, y ¿todo para qué?, lógico o de brujo: para apropiarse del petróleo iraquí por medio de un pinche gobierno títere que a modo les regalara el petróleo de un pueblo soberano, ¡qué asco!
De brujos y pusilánimes
Nuevamente Estados Unidos se sale con la suya y debilita a un pueblo que nada le ha hecho; más allá de que Naciones Unidas decrete sanciones, los gringos hacen lo que quieren con muchos países del planeta, esperemos que nunca México esté en sus apetitos.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
