(Tomado del documento Panorama de la Educación 2017, publicado por la OCDE).
Se ha comprobado que, por lo general, los egresados de los campos científicos son los que tienen más posibilidades de conseguir empleo, aunque no siempre sucede.
En la mayoría de los países de la OCDE, los títulos universitarios más populares que ostentan los adultos son en las áreas de negocios, administración o derecho. En promedio, en la OCDE, el 23 % de las personas de 25 a 64 años con educación superior tienen un título universitario en una de estas tres disciplinas, en comparación con el 5 % en ciencias naturales, estadísticas y matemáticas; 4 % en tecnologías de la información y la comunicación; y 17 % en ingeniería, manufactura y construcción. El porcentaje es similar entre los estudiantes que inician sus estudios universitarios, eso indica que el interés en estos campos se mantiene estable.
Sin embargo, el interés en las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (CTIM) crece en los niveles de educación más altos: en 2015 casi egresó el doble del porcentaje de estudiantes de estos campos a nivel doctorado que a nivel licenciatura. Estas disciplinas también son las preferidas entre los estudiantes universitarios internacionales, el mayor porcentaje —casi una tercera parte de los que estudian en los países de la OCDE— eligen un campo relacionado con las ciencias.
El interés en la ingeniería es mayor para los programas técnicos en la educación media superior que a nivel universitario, debido a los fuertes vínculos de estos programas con el sector industrial. Aproximadamente una tercera parte de estudiantes egresa de programas técnicos de educación media superior con un diploma en ingeniería, manufactura y construcción, más del doble del porcentaje a nivel universitario.
Los campos relacionados con las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas también se benefician de las tasas de empleo más altas, lo que refleja las demandas de una sociedad cada vez más impulsada por la innovación: los egresados de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) pueden esperar que su tasa de empleo sea 7 puntos porcentuales más alta que la de los egresados de artes y humanidades, o de ciencias sociales, periodismo e información. Sin embargo, las tasas de empleo en los campos científicos son desiguales: es más probable que los egresados de ciencias naturales, matemáticas y estadística tengan tasas de empleo similares a las de los egresados de artes y humanidades; ambas inferiores a las tasas de los ingenieros o especialistas en TIC.
La igualdad entre hombres y mujeres en las tasas de egresados sigue siendo un sueño lejano para algunos campos de estudio, sobre todo en la formación técnica de la educación media superior. Aunque esa igualdad mejora a nivel universitario, las mujeres todavía son aproximadamente solo uno de cada cuatro nuevos estudiantes en ingeniería, manufactura y construcción. Por otra parte, casi son tres de cada cuatro nuevos estudiantes en los campos de salud y bienestar. En otras disciplinas casi se ha logrado la igualdad entre hombres y mujeres en los estudiantes de nuevo ingreso, como administración de empresas y derecho, ciencias naturales, matemáticas y estadística.
Los adultos en general tienen una mejor educación, pero algunos todavía están rezagados
Desde el año 2000, la fuerza laboral ha adquirido mayor formación académica superior en los países de la OCDE y los países asociados. Mientras que en 2000, la mayoría de los adultos jóvenes alcanzaba la educación media superior como su máximo nivel de instrucción, en la actualidad la mayor proporción de adultos entre 25 y 34 años ostenta un título universitario. El porcentaje de adultos jóvenes con educación secundaria sólo ha disminuido también en la mayoría de los países de la OCDE y los países asociados, al 16 % en 2016 en promedio en los países de la OCDE. Aunque más adultos llegan al nivel medio superior, finalizar el programa académico sigue siendo problemático. Entre los países que disponen de datos reales por cohorte, aproximadamente el 25 % de los estudiantes inscritos no concluyen sus estudios después de dos años contados a partir de la fecha de finalización teórica del programa; cuatro de cada cinco de esos estudiantes ya no están inscritos en el sistema educativo. Esta es una pérdida grave: la tasa de desempleo en los adultos jóvenes entre 25 y 34 años que no finalizaron la educación media superior es casi del 17 %, en comparación con el 9 % de los que sí lo hicieron.
Los adultos con un título universitario obtienen rendimientos importantes de su inversión: tienen 10 puntos porcentuales más de probabilidades de ser empleados, ganarán 56 % más en promedio que los adultos que solo completaron la educación media superior. También son los primeros en recuperarse de las recesiones económicas: las tasas de empleo de los adultos jóvenes con título universitario han vuelto a los niveles anteriores a la crisis, mientras que las tasas para quienes no concluyeron la educación media superior siguen estando rezagadas. Los adultos con educación universitaria también tienen menos probabilidades de padecer depresión que sus semejantes con menos nivel de instrucción.
Por estas razones, los adultos jóvenes cada vez están más dispuestos a obtener una educación que aumente sus competencias en vez de ingresar directamente al mercado laboral al concluir la educación obligatoria. Entre 2000 y 2016, el porcentaje de jóvenes de 20 a 24 años que seguían estudiando aumentó 10 puntos porcentuales, comparado con una disminución de 9 puntos porcentuales de los que trabajan.
El gasto total en educación universitaria ha superado la matrícula escolar
El gasto ha aumentado a un ritmo mucho mayor que la matrícula escolar en todos los niveles, sobre todo en el universitario. El gasto en instituciones de enseñanza primaria, secundaria y de formación técnica no universitaria aumentó 4 % entre 2010 y 2014, aunque la matrícula escolar disminuyó un poco durante el mismo periodo. En cambio, el gasto total en las instituciones universitarias se incrementó en más del doble que la tasa de estudiantes durante el mismo periodo, lo que refleja la prioridad que el gobierno y la sociedad le dan a la educación superior.
Aunque el gasto público en las instituciones de educación primaria a universitaria ha aumentado de manera evidente, no se mantuvo a la par del incremento del PIB entre 2010 y 2014 en promedio en los países de la OCDE. Esto ocasionó que disminuyera en 2 % el gasto público en las instituciones de enseñanza como un porcentaje del PIB durante el mismo periodo. Del mismo modo, en la mitad de los países de la OCDE, el porcentaje del gasto público para la educación primaria a universitaria en el gasto público total disminuyó entre 2010 y 2014.
El porcentaje de recursos públicos es considerablemente mayor para la educación obligatoria que para la universitaria. Aunque el sector público sigue aportando el 91 % de los fondos para los niveles de primaria, secundaria y formación técnica no universitaria, solo proporciona el 70 % del gasto total para el nivel universitario, dejando a las familias que asuman el porcentaje restante. Sin embargo, el porcentaje de recursos públicos para el gasto en educación de las instituciones se mantuvo estable entre 2010 y 2014 en todos los niveles en general.
Los sueldos rezagados y el envejecimiento del profesorado afectan la profesión docente
Los maestros son la columna vertebral del sistema educativo; sin embargo, la profesión es cada vez menos atractiva para los jóvenes estudiantes y la población docente está envejeciendo, sobre todo en los niveles superiores de la educación. En promedio, en los países de la OCDE, el 33 % de los maestros de primaria a secundaria tenían al menos 50 años de edad en 2015, 3 puntos porcentuales más con respecto a 2005. Además, la profesión sigue dominada en buena parte por las mujeres: siete de cada diez maestros en promedio en los países de la OCDE. Sin embargo, la igualdad entre ambos sexos aumenta en los niveles de educación superior; mientras el 97% de los docentes en el nivel de preescolar son mujeres, en el nivel universitario son el 43 %.
Los sueldos de los maestros son bajos en comparación con otros trabajadores de tiempo completo con educación similar. Éste es un obstáculo importante para atraer a los jóvenes a la docencia. Aunque los sueldos aumentan conforme al nivel de educación que se imparte, todavía están entre el 78 % y el 94 % de los sueldos de trabajadores de tiempo completo con educación universitaria. La recesión económica de 2008 tuvo un efecto directo sobre los sueldos de los maestros, ya que los congelaron o recortaron en algunos países. Entre 2005 y 2015, los sueldos reglamentarios de los docentes disminuyeron en términos reales en una tercera parte de los países y economías que tienen datos disponibles.
OTRAS CONCLUSIONES
Debido a la menor inversión pública en la educación temprana, el porcentaje de niños inscritos en instituciones privadas en este nivel es considerablemente mayor que en la primaria y secundaria.
Los programas generales de educación media superior son más populares que los programas de formación técnica: el 37 % de los jóvenes entre 15 y 19 años se inscriben en los programas generales de educación media superior, en comparación con un 25 % en los programas de formación técnica; aunque los programas técnicos son un sólido componente de los sistemas educativos en muchos países.
El apoyo financiero ayuda a compensar la carga de las elevadas colegiaturas que cobran ciertas instituciones universitarias, el 75 % o un porcentaje mayor de estudiantes en Australia, Inglaterra (Reino Unido) y Estados Unidos se benefician de préstamos o becas y subsidios públicos.
En más de la mitad de los países y economías que tienen datos disponibles se pueden encontrar sistemas de admisión abierta a instituciones universitarias públicas y/o privadas. Los exámenes centrales y nacionales que se presentan al concluir la educación media superior, y los exámenes de admisión de las instituciones universitarias, son los que se utilizan de manera más generalizada para ingresar a los programas de enseñanza para obtener una licenciatura.
(Por temporada vacacional regresaremos el viernes 12 de enero de 2018. ¡Felices fiestas y próspero Año Nuevo!)
Por: Roberto Diez Gutiérrez
Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Maestro en Educación con especialidad en Comunicación. Maestro Humanidades con especialidad en Educación. Doctor en Humanidades con opción en Educación. Beca al Mérito Académico de la Secretaría de Educación Pública Federal. Fui corresponsal en el Estado de Hidalgo para Organización Radio Centro, Organización Impulsora de Radio y Cadena Radio Centro. Profesor en el Tecnológico de Monterrey (Querétaro e Hidalgo); en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Universidad INECUH de Tizayuca, Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID-Tula) y Universidad La Salle Pachuca. Rector de la Universidad Científica Latinoamericana de Hidalgo (UCLAH); Director General del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Hidalgo (CECyTEH); Director General de Educación Media Superior del Instituto Hidalguense de Educación Media Superior y Superior (IHEMSyS) y Director Técnico del Instituto de Crédito Educativo del Estado de Hidalgo y Secretario Técnico del Consejo Estatal de Población en Hidalgo. Director General de Proyectos y Programas de Apoyo a la Educación de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo. Presidente de la Comisión de Educación y Cultura del Consejo Consultivo Ciudadano del Estado de Hidalgo. Colaborador en diversos medios impresos y electrónicos del Estado. Rector de la Universidad Tecnológica Minera de Zimapán (UTMZ). Ex Rector de las Universidades Tecnológicas Minera de Zimapán y Bilingüe de Mineral de la Reforma.