En América Latina poco o nada se conmemora el 12 de octubre como lo que en algún momento se llamó “el descubrimiento de América”, cuestión que se debe no sólo al desconocimiento, ignorancia y desinterés que prima en la gente, sino porque el desdén sobre la opresión que significó la conquista española hace que se le mire como un evento distante y poco significativo.
En un pleno revisionismo de las ideas, era tan cabrón el peso de la conquista española para muchos, que el rencor afloraba con señalamientos como que no era una conquista, sino un encuentro de dos mundos; que no habían traído cultura, sino su cultura; que los indígenas habían caído en desgracia y se les había robado su tierra.
Lo cierto es que en nuestros días el encabronamiento hacia el imperialismo y el opresor pasa menos inadvertido que el 12 de octubre, porque acciones como la opresión de España sobre la Cataluña, calan hondo y crean ese sentimiento de malestar frente al imperialismo.
Hubo momentos álgidos en la conmemoración del 12 de octubre, donde organizaciones indígenas de diversos países de América Latina se congregaron para exigir que se hiciera porque fue el día de la tragedia y desgracia para los indígenas que hoy, hay que reconocerlo, en la mayor parte del continente son residuales, ajenos al establishment y objetos de opresión y miseria impuesta por los criollos y sus ascendientes.
Los indígenas se convirtieron por la opresión criolla, abuso y robo, en extranjeros; no pueden conmemorar el 12 de octubre, por el contrario, es un día maldito y de oprobio que debería ser borrado de los libros de Historia, o bien, recordado sin pompa y advirtiendo el latrocinio y el crimen de los españoles conquistadores frente a los hombres de este continente.
“¡Que chingue a su madre Colón!”, gritaban indígenas frente a la estatua de Cuauhtémoc en el Paseo de la Reforma en México, para mostrar su indignación frente a la conquista, pero también para hacerle ver al Estado Mexicano que ha cometido un crimen contra los pueblos indígenas, que están en el desamparo y olvido, cuestión que se acompaña al desdén por el robo de sus tierras.
Hoy, María de Jesús Patricio, indígena del EZLN, se postula como candidata independiente a la Presidencia de la Republica y, desde ya, el banco HSBC le negó una apertura de cuenta que le exige el INE para que pueda registrar los fondos y operaciones de su campaña; nuevamente, el criollaje del siglo XXI le niega al indio sus derechos.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
