Retiros sorpresivos

En la recién terminada temporada se registraron retiros de peloteros emblemáticos.
Luego de vestir durante 17 temporadas el uniforme de los Tigres, Jorge Vázquez cambió de franela a la de sus acérrimos rivales, los Diablos Rojos, con los que tras dos meses de temporada anunció sorpresivamente su retiro el 25 de mayo, luego de llegar a los 201 cuadrangulares con 945 hits y un porcentaje de por vida de por vida de .315.
Campeón durante cinco ocasiones en México, Puebla y Quintana Roo, estuvo en sucursales de los Yanquis; el sinaloense de 35 años fue víctima de las lesiones –le extirparon un riñón- y merecía un partido de homenaje, que obviamente no le dio su nuevo equipo, pero tampoco los recién vendidos Tigres.
Otro diablo que anunció su retiro hasta el fin de la temporada fue Sergio Omar Gastélum. Se trata de otro felino que jugó 12 temporadas con los Tigres, con los que obtuvo cuatro campeonatos.
El sonorense se mudó a la Laguna durante cuatro años y luego pasó a los Guerreros de Oaxaca dos temporadas, antes de que los Diablos se percataran de lo valioso que era un utility de sus características que los ayudó a conseguir su campeonato del 2014.
El Piojo se ganó el cariño de los fanáticos, y tras batear su único cuadrangular del año, anunció su retiro, sin recibir ningún homenaje. El pelotero de 39 años acumuló 1,866 imparables y un porcentaje de por vida arriba de la cifra mágica.
Otro que colgó los spikes fue el veterano receptor Héctor Páez, quien inició su carrera con los Langosteros de Cancún en el año 2000, cuando jugó con los Leones de Yucatán.
El mazatleco tuvo su mejor temporada con Campeche en 2005, bateando .308 con 11 cuadrangulares y 72 producidas.
El único pelotero que recibió el homenaje que merecía fue Oscar Manuel Robles Arenas, quien se inició con los Diablos Rojos en el lejano 2000, y que incluso llegó a Grandes Ligas con los Dodgers, por su guante privilegiado en varias posiciones del cuadro.
Además de recibir homenajes en todos los estadios, el bajacaliforniano de 41 años tuvo un retiro de ensueño jugando el partido en el que se coronaron los Toros de Tijuana en la ciudad de Puebla.
Honor a quien honor merece, pues solamente los Toros supieron reconocer la valía de un futuro miembro del salón de la fama, a diferencia de los otros equipos.

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Por: Jorge Carrasco V.

Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.






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JOSEANDO - Jorge Carrasco V.

Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.