¿Se acuerdan que la Cámara de Diputados cacareó como consigna -o ultimátum- que si no se firmaba el tratado de libre comercio, se estaría no sólo perdiendo una oportunidad de oro en la historia del país, sino la posibilidad de salir del subdesarrollo? Me encanta la película la quimera del oro del Chaplin.
Pelos más, pelos menos, el TLC, ALCA o NAFTA o como le quieran llamar a este acuerdo ilusorio, nada ha cambiado en las oportunidades de crecimiento económico para los mexicanos, o al menos no para los que conforman la mayoría desposeída del país.
En los hechos, no tenemos braseros de lujo trabajando como racimos de uva en Estados Unidos, si acaso, unos cuantos piojos que se resbalan por allí.
¿Dónde está el espectacular crecimiento económico de un mercado potencial de más de 400 millones de personas?
¿Dónde quedaron las riquezas de vender los productos mexicanos e gran escala en Estados Unidos y Canadá?
Mito dorado o quimera del oro.
Hoy que se plantea la renegociación del Tratado de Libre Comercio, ya no se ven esas caras en México que auguraban que con este acuerdo se tocaría el cielo, que por fin se podría arribar al desarrollo y que todo sería miel sobre hojuelas; contrario a lo que se planteó con las reformas estructurales.
Entre peras y perones.
La vida transcurre y las generaciones también, y la revolución no parece hacernos justicia; seguramente alguien verá las ganancias de la renegociación del TLC con Estados Unidos y Canadá, pero les tengo una noticia: no será el pueblo.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.