La carrera de la actriz afroamericana Halle Berry ha tenido de todo y para todos: fue una chica Bond en Die another day y ganó el Oscar por su actuación en “Mi pasado me condena”, de Marc Foster; pero un año después fue elegida como la peor actriz por interpretar a Gatúbela.
Berry es el atractivo principal de “Mujer en llamas”, el tercer largometraje del chileno avecinado en Hollywood, Luis Prieto.
De acuerdo al guión de Knate Lee, Karla Dyson (Halle Berry) es una humilde mesera dedicada en cuerpo y alma a su pequeño hijo Frankie (Sage Correa), a quien amenazan quitarle su ex esposo, un exitoso agente de bienes raíces y su nueva pareja, una pedagoga. Durante un paseo por el parque, Frankie es secuestrado por una pareja de repulsivos delincuentes, la gigantesca Margo (Chris McGuinn) y su greñuda pareja Terry (Lew Temple). Aunque en sus prisas ha perdido su celular, Karla consigue subir a su auto y seguir de cerca de los secuestradores, quienes le exigen 10 mil dólares por el niño, sin saber que se han metido con la madre equivocada.
La mayor parte de la película es la angustiosa persecución de Kate, en la que casi nadie ayuda. Hacía mucho tiempo que no veíamos unos villanos tan rudimentarios y salvajes, aunque eso los hace más verosímiles.
El director de “Bamboleho” y “Pusher” mantiene el suspenso durante los 81 minutos de la cinta, por lo que “Kidnap” resulta una buena opción para ver, además de que Halle Berry se tomó muy en serio su papel de madre.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.