Ser y Devenir 28

El plan de la fuga comenzó a gestarse en mi cabeza, concibiéndose en mi mente y lo primero que haría al salir del enclaustramiento; días pensando el cómo, semanas analizando las posibilidades y meses tramando las complicidades. Era imposible hacerlo solo, tenía que pedir ayuda pero aún no sabía quienes serían mis compañeros al salir, si es que algún día saldría. Todo era especulación, la ansiedad me enfermaba y la completa soledad quebraba mi alma. ¿Tu alma? Sí, mi alma. ¿Cómo vas? No sé cuánto tiempo más pueda aguantar. ¿El suicidio? El suicidio como alternativa a la fuga. Pero no llores. ¿Por qué no?

¿Qué es el ser humano? El ansia de generalidad, una definición necesariamente verdadera y válida de manera universal y para siempre. La verdad total. La verdad eterna. La verdad absoluta. La verdad tirana. Nuestra verdad. La verdad. Eso es el ser humano en términos de búsqueda, afirmación y ley fundamental de su existencia.

Abren la puerta acolchada y me sujetan con fuerza aunque yo nunca opongo resistencia. Me inyectan. Las medicinas siguen adormeciendo mi conciencia, el diálogo interior y cualquier poética expresión.

¿Qué somos? ¿Alma inmortal, animal político o creación de Dios? Heidegger dice que el ser humano no tiene esencia, pero es un ser que se predica esencias. ¿Quiénes somos? No obstante, tenemos criterios para determinar si algo es o no es un ser humano. ¿Qué hace que un ser sea humano?  ¿Sus características? ¿Y cuál o cuáles de todas éstas? ¿Su razonamiento? Las computadoras razonan, aunque no razonan como el ser humano. Si alguna vez los robots sustituyen a los humanos en diferentes actividades, cuál es el criterio para distinguirlo de un ser humano, suponiendo que los robots son hechos a nuestra semejanza. ¿Y qué sentido tendría ponerle cara a un robot que, por ejemplo, sólo recolecta basura radioactiva? Ni siquiera tendría sentido ponerle cuerpo humano. ¿Pero qué nos distingue de un robot en término mentales? ¿Los sentimientos? Si un robot humanoide va a una fiesta, ¿se divertiría?, Sólo si está programado para divertirse. ¿Y qué significa divertirse? ¿Tiene sentido construir un robot que pueda divertirse? Tal vez, ¿pero realmente se estaría divirtiendo en una fiesta? ¿Cuál es el criterio que aplicamos para saber si alguien se está divirtiendo o no en un a fiesta? Su sonrisa, sus movimientos al platicar, su manera de bailar, etc. ¿Un robot realmente puede divertirse o es únicamente un estado mental exclusivo del ser humano? Algunos animales se divierten. Sí, pero no como el ser humano.

Abren nuevamente la puerta y vuelven a sujetarme con fuerza, yo sigo sin oponer resistencia y me inyectan. Las medicinas adormecen mi ser, su diálogo interior y ya no hay poética expresión.

¿Cómo sabemos si alguien está triste? No necesitamos entrar a su corazón para ver sus sentimientos, como tampoco tenemos que abrirle la cabeza para conocer su pensamiento. Hay criterios que nos permiten saber si alguien está triste o no, e.g., un semblante, una mirada, una manera de hablar y una serie de factores en la interacción que nos revela su estado emocional. ¿Puede un robot estar triste? ¿Y qué significa estar triste? Si el humano va a construir robots, éstos serán programados para el trabajo que precisamente el ser humano no quiere hacer. Independientemente de la posibilidad de programar estados emocionales en una máquina, ¿para qué programarlos en ésta? Por inquisitivo. Una característica exclusiva del ser humano.

La esencia del ser humano es no tener esencia, dice Heidegger.

Un ser humano no deja de ser humano por más accidentes que pueda tener físicamente, entonces, ¿en qué reside su humanidad? Imaginemos un terreno macabro, un campo de batalla en una guerra civil, todos están muertos mientras caminamos entre miembros, cabezas, torsos y sangre por todas partes. No sólo es un espejo del comportamiento humano, hay un reconocimiento de lo que somos, de lo que sentimos, de lo que sabemos y de cómo nos comunicamos con otros; de cómo reaccionamos, lo que somos capaces de hacer y de omitir. No hay una definición esencial, absoluta y universalmente eterna de lo que somos, pero sí lo sabemos, aunque no podamos formalizarlo con una definición. Es lo que se conoce como sabiduría.

Otra vez la puerta acolchada, otra vez me sujetan con fuerza y como siempre me inyectan. Puta medicina, la odio, odio su falsedad y su traicionero estado emocional. Siento calma cuando tengo que estar desesperado, siento empatía cuando tengo que estar enfrentado y siento amor cuando tengo que sentir odio. Las medicinas podrán adormecer mi cuerpo, pero mi ser sigue despierto. ¿Cómo lo sabes? Ya siento, aunque todavía en potencia aristotélica, la poética expresión.

 

Continúa 29

Por: Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".






EL INDIO FILÓSOFO - Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".