Con sorpresa nos enteramos que Homar Rojas, quien había llevado a los playoffs en los dos últimos años a los Acereros de Monclova, había sido destituido y de inmediato fue contratado por los Rieleros de Aguascalientes, que fracasaron en su intento de calificar, terminando en sexto sitio con 53 triunfos por 58 reveses.
En 2015, los Acereros fueron sublíderes con 59 victorias por 51 derrotas, y bajo el mando del ex receptor llegaron a la serie final, pero perdieron cinco juegos frente a los Tigres de Quintana Roo.
Rojas estaba consciente de las fallas del equipo y se dio a la tarea de subsanarlas. Terminó nuevamente en el subliderato con 69 triunfos por 43 derrotas, pero afectado por las lesiones de varios de sus peloteros claves, fue eliminado.
El nuevo dueño de Monclova, Gerardo Benavides, ha mostrado que es un hombre caprichoso, al que no le interesan los blasones de los managers. Nunca se supieron los motivos por los que despidió a Matías Carrillo como manager de los Pericos de Puebla, luego de que el Coyote los tenía en el superliderato al término del Juego de Estrellas.
La maniobra le resultó, pues aunque Cory Snyder, su sucesor, acabó de sublíder con 74 victorias por 38 derrotas, terminó coronándose al derrotar a los Toros de Tijuana.
En la temporada invernal, los Pericos eran favoritos, pero una semana antes de terminar la temporada, el norteamericano botó el arpa y su sucesor Jorge Luis Loredo perdió en cinco juegos ante los reforzados Diablos-Guerreros.
Difícilmente Benavides encontrará un manager para sus Acereros con tan buenos blasones, y que se pliegue a sus caprichos.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
