Tras dos fallidos filmes hollywoodenses, los japoneses decidieron recuperar a Godzilla, uno de sus monstruos emblemáticos, en una ambiciosa producción de Hideakki Ani, el creador de Génesis Evangelion y Shingi Higuchi.
Conviene recordar que el rey de los monstruos, creado por Inoshiro Honda, nació en 1954, en respuesta al horror atómico que habían vivido los japoneses en Hiroshima y Nagasaki.
Desde entonces, Gojira, como se le conoce en Japón, se ha enfrentado a monstruos de todo tipo como Gamera, Dogora, y hasta el mismísimo King Kong. Fue entonces que Roland Emmerich se la llevó a Hollywood en 1998, con el slogan de “el tamaño sí importa”. No contentos con ese fracaso, recientemente Garreth Edwards filmó una nueva versión, igualmente fallida.
La película actual inicia con la aparición de Godzilla como una especie de oruga que va mutando hasta convertirse en un gigantesco monstruo capaz de generar su propia energía nuclear y que sirve para criticar la política exterior norteamericana y de otras potencias, que ante el menor problema están dispuestos a utilizar armas nucleares.
Shin Godzilla resulta una curiosa cinta que será del agrado de los fanáticos del monstruo, pues además contiene apuntes acerca de la política japonesa y de sus relaciones geopolíticas con el resto del mundo.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
