Plaza Mayor
Pobladores de Tenochtitlán. Un vendedor de elotes, una señora y un maestro de escuela. Entran dos guerreros jaguar, les apuntan con sus armas.
GUERRERO JAGUAR: ¡No se muevan!
VENDEDOR ELOTES: Qué pasó, y ora qué va a haber o qué on-
El guerrero le dispara al vendedor y cae muerto.
GUERRERO JAGUAR: ¡Muévanse!
SEÑORA: ¡Decídanse! Primero nos dicen que no nos movamos, luego que sí, ¡y matan a ese pobre muchacho! Ustedes son unos salvajes, ustedes son-
El otro guerrero jaguar le dispara a la señora y cae muerta.
MAESTRO: Ustedes digan y yo obedezco. Soy maestro y les puedo ayudar en sus planes. (se hinca ante ellos) Pero por favor no me maten, por favor, por favor, por favor no me maten…
Los guerreros se ponen firmes. Entra Azteca acompañada de Cihuacóatl, seguida por C-Jaguar.
AZTECA: ¡Pueblo del Altepetl! Es para mí muy difícil, muy, muy difícil, pero muy difícil darles esta terrible noticia. Una terrible noticia. Una desgarradora noticia que albergará el luto en nuestros corazones. Mi padre, Tlatoani Huitzilopochtli… Ha muerto.
Pobladores se miran y murmullan entre sí.
AZTECA: Ahora yo soy Tlatoani. ¡Hijos míos!
Pobladores dudan mirándose entre sí.
C-JAGUAR: ¡Guerreros!
Los guerreros jaguar apuntan a los pobladores, quienes aclaman a la fuerza.
AZTECA: ¡Ahora yo soy su madre!
El frenesí.
Continúa XIII
Por: Serner Mexica
Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".
