Filosofía de la ciencia (11/12)

  1. Antes de preguntar sobre las diferentes caracterizaciones de la noción analítico, examinaremos las dos clases de enunciados que pueden denominarse de esa manera. Los enunciados lógicamente verdaderos, en el que su verdad reside en su forma lógica, y bajo cualquier interpretación de sus términos, e.g., las tautologías. Y los enunciados que son verdaderos en virtud de que las interpretaciones de sus términos tienen el mismo significado, lo que los convertiría, hasta el establecimiento de su sinonimia, en enunciados lógicamente verdaderos. Sin embargo, ambos difieren sustancialmente por el hecho de que la segunda clase, para convertirse en una verdad lógica, requiere de una identificación significativa, lo que complica la tradicional distinción entre enunciados analíticos y enunciados sintéticos. La cuestión es si efectivamente los enunciados de la segunda clase pueden convertirse en verdades lógicas.

Las verdades lógicas no pueden presuponerse en identificaciones significativas de sus términos, sencillamente porque su verdad reside en la forma, mas no en el significado que se les suscribe. Cuando ello tiene que estipularse para atribuirles ‘verdad lógica’, paradójicamente no lo son. Pero entonces descubrimos una distinción que no parece relacionar sólidamente las dos clases de enunciados llamados ‘analíticos’. Por una parte tenemos la verdad lógica, y por otra la verdad presupuesta en la misma significación de los términos.

 

11.1      Podemos concebir a la definición de un término como el conjunto de expresiones predicativas cuando “no está a la mano”, es decir, cuando pensamos en él, y no necesariamente cuando lo empleamos (aunque bien es cierto que en su empleo asertórico se revelan algunos –o todos– los predicados contenidos en su definición). Pero un término x es sinónimo de un término y cuando ambos tienen el mismo significado, cuando pueden emplearse de la misma manera.

El sinónimo de un término no es su definición, sino cualquier término que tenga su mismo significado.

 

11.2     Pero ante todo debemos reconocer nuestra obra. Somos quienes han impuesto las justificaciones, las validaciones y el encantamiento de la verdad. Hemos sido nosotros los responsables de la edificación, aunque vulnerable, decidiremos su mejor momento para una renovada superioridad estética.

Si nos sumergimos en la tradicional caracterización de la noción analítico, oscureceremos nuestro pensamiento en un absoluto cuestionable. Esto es la sentencia de la metafísica.

 

11.3     La verdad de un enunciado analítico reside en la relación de un término a con cualquier elemento P del conjunto de los predicados que constituyen su significado. La relación de a con P se establece como una afirmación “a es P”.

Sin embargo, P no es el significado de a, sino uno o muchos de los elementos que lo constituyen. No obstante, si a es P, “a es P” es un enunciado verdadero.

 

11.4     Debemos distinguir entre los enunciados analíticos y los enunciados lógicamente verdaderos. A los primeros se les afirma uno o varios elementos de su significado. A los segundos se les afirma el significado completo, por ejemplo, cuando afirmamos el significado de un término de la forma “a es P1, P2, P3, …Pn”, estamos afirmando a es a.

 

11.5     ¿Pero la sinonimia de dos términos nos garantiza un mismo contenido significativo? ¿Tienen ambos el mismo conjunto de elementos predicativos? Podría ser que el empleo de uno por otro nos pareciera indistinto en un sentido, empero, parece que ello sería el caso únicamente afirmándoselos a otro término, como algún constituyente de su significado. Por ejemplo, “a es P” es equivalente “a es Q”, si, y sólo si, P y Q son dos términos sinónimos. ¿Pero no tendrían que tener, entonces, el mismo contenido significativo? No es su predicación a un término afirmado lo que obligaría a desarrollar tal cuestión, sino su afirmación, i.e., no estamos afirmando el significado de P y Q, estamos afirmando algún elemento del conjunto del significado de a, donde P y Q pueden emplearse de la misma forma. Algo así como cuando alguien expresa “Juan es soltero” o “Juan no está casado” para informar el estado civil de Juan, aun cuando ambos conjuntos predicativos pueden diferir en algunos de los elementos de su significado.

 

11.6     La problemática distinción entre analítico y sintético reside en que su deslinde se  establece omitiendo el proceso que concibe su caracterización.

Se dice: “Un enunciado analítico es aquel enunciado que no proporciona información acerca del mundo”, “es un enunciado en el que una parte del predicado ya está contenida en el concepto del sujeto”, “su verdad no reside en los hechos, sino en la relación de los significados de sus términos”. Por ejemplo, i) “los caballos son equinos”, ii) “los cuervos son negros”, y iii) “la verdad analítica no depende de la experiencia”, etc. ¿Pero es que acaso (i) no proporciona información acerca del mundo? En el caso de  (ii): si ‘negro’ ya está contenido en ‘cuervo’, ¿por qué se cree que es posible, alguna vez, encontrar un cuervo que no sea negro? Si “los cuervos son negros” es un enunciado analítico, no puedo encontrar un cuervo que no sea negro. En todo caso, si cuestionamos la analiticidad de este enunciado, podríamos cuestionar, incluso, la analiticidad de “los hombres son mortales”. Si razonablemente decimos que es posible que haya cuervos que no sean negros, podríamos decir, también razonablemente, que es posible que haya hombres que no sean mortales.

Si asentimos que la verdad analítica no depende de la experiencia, ¿podemos decir que “la verdad analítica no depende de la experiencia”’ es una verdad analítica? ¿Y “‘la verdad analítica no depende de la experiencia’ es una verdad analítica” es una verdad analítica?

 

11.7     Si se dice que los enunciados analíticos no proporcionan información acerca del mundo, no es porque de hecho no la proporcionen, sino porque ya la han proporcionado decimos que no la proporcionan; que ya no la proporcionan. Han proporcionado una norma.

La norma es una abstracción lingüística: (x) (Hx g Mx), para todo x, si x es hombre, entonces x es mortal.

La verdad de un enunciado analítico reside en su eficacia normativa.

 

11.8     Una abstracción lingüística es algo así como “Esto ya está en orden, pasemos a otra cosa”.

 

Continúa (12/12)

Por: Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".






EL INDIO FILÓSOFO - Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".