Alma Santillán
Ha pasado un año desde que 43 parquímetros comenzaron a funcionar en algunas calles del centro de Pachuca. Un total de 500 espacios de estacionamiento controlados por la empresa ComuniPark S.A. de C.V., a una tarifa mínima de 2 pesos por 15 minutos, es decir, 8 pesos por hora, y un máximo de 3 horas; si quieres dejar estacionado tu auto más tiempo, deberás buscar otro espacio y, nuevamente, pagar por el tiempo que necesites.
Del 4 al 30 de noviembre de 2015, los parquímetros tuvieron su fase de familiarización con la ciudadanía que, temerosa, se acercaba a leer las instrucciones mientras hombres y mujeres enfundados en playera y chamarra color naranja respondían dudas.
A partir del 1 de diciembre del año pasado, no fue poco común ver autos con la “araña” puesta; su nombre es inmovilizador, pero sin duda llamarlo “araña” es más exacto para el miedo que da no calcular bien el tiempo y, además de no poder mover el auto, tener que pagar una multa.
Quejas, cientos; beneficios, para algunos.
El objetivo, se dijo desde el principio, era fomentar la movilidad en el Centro Histórico, ayudar a que los comercios se reactivaran con la afluencia de consumidores. Algunos establecimientos han visto resultados positivos, algunos otros aseguran que aun con los parquímetros, el centro ya está muerto y los clientes prefieren irse a las grandes plazas.
Soy pachuqueña, y aunque actualmente no vivo en el Centro, la mayor parte de mis actividades las realizo ahí. Durante un año he utilizado los parquímetros, ya sea para ir a mercados, cafeterías, bares, restaurantes, casas de amigos, al cine del Romo, a eventos en la plaza Juárez o el Reloj, a comprar chucherías que sólo en esa zona se encuentran a menores precios que en las plazas.
Durante un año, en un total de 87 visitas, he gastado 543 pesos; la mayor parte han sido pagos de 2 o 5 pesos, y en un par de días socialmente ocupados, 48 pesos por seis horas (cambiando de cajón, por supuesto). Multas por exceder tiempo: ninguna.
¿Adónde se ha ido ese dinero? 90% para la empresa, 10% para el ayuntamiento. Es decir, 488.70 pesos para ComuniPark y 54.30 pesos para la administración local.
No es mucho dinero repartido en un año para estacionar mi auto algunos minutos, ¿cierto? Sin embargo, yo no trabajo ocho horas diarias en la zona, y mis visitas son rápidas: se acabó el ir a centrear, a comparar precios, chacharear, o simplemente pasear.
Pero ahora, piensen en los que sí trabajan en el Centro Histórico, quienes no tienen otra opción que pagar cada tres horas o un estacionamiento (aún más caro); hagan memoria, échenle números, y después pregúntense: ¿cuál es la real ganancia para nuestra ciudad? Porque los parquímetros, gracias al gobierno anterior, seguirán operando, y probablemente habrá más.