Villa al paredón
Villa en el paredón amarrado de manos y pies.
VILLA: (cantando) Si he de ser yo fusilado… Me encuentro en disposición… Apúntenme al corazón… No me demuestren tristeza… Que a los hombres como yo no se les da en la cabeza…*
Entra Huerta.
PANCHO VILLA: (se echa de rodillas) No me puedes hacer esto. Merezco un juicio. Tengo derecho a defenderme.
HUERTA: ¿No que eras muy cabrón? Pero qué tal eres para matar ¿eh? Muy bueno ¿no?
PANCHO VILLA: Por favor no me mates. No me mates…
HUERTA: (lo golpea con su pistola) ¡Aquí sólo se hace lo que yo ordeno! (le apunta cargando el martillo) ¡Ora sí, pendejo, vas a saber de qué estoy hecho!
GUSTAVO (entra): ¡¡Huerta!!… ¡General Huerta, qué cree está haciendo!
HUERTA: No me chingue que ya ando caliente.
GUSTAVO: ¡No me hable así!
HUERTA: ¡Pues no se meta en fueros militares!
GUSTAVO: Traigo un telegrama del Presidente. Otorga el indulto al general Francisco Villa. Si ordena algo contra él, usted será quien esté en el paredón.
HUERTA: No le haga o me lo echo a usted con todo y su telegrama.
GUSTAVO: Suéltelo. (pausa) Por última vez: suéltelo o enfrente un Consejo de Guerra por insubordinación.
HUERTA: Dígale a Madero que es un error.
GUSTAVO: ¡Retírese!
Huerta sale molesto.
PANCHO VILLA: Siempre estaré en deuda con su hermano.
GUSTAVO: Está preso, general.
PANCHO VILLA: ¡Por qué! Digo, por qué.
GUSTAVO: Usted sabe por qué.
Continúa XXVII
* Corrido popular
Por: Serner Mexica
Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".