Furia zapatista
Ruidos de animales de clima tropical. Entra Antonio seguido de dos militares; los tres van armados y caminan sigilosos mirando a su alrededor y atentos al menor ruido.
ANTONIO: (levanta la mano) Aquí estamos seguros. Mañana seguimos con la búsqueda.
Antonio se sienta y los militares hacen lo mismo.
MILITAR 1: ¿Es cierto eso que dicen de Zapata?
ANTONIO: Se han inventado muchas cosas de ese pendejo. Pero la verdad, para mí que ese güey es puro cuento. Ya ven, se la pasa escondido.
MILITAR 2: Dicen que les corta la cabeza a sus enemigos.
ANTONIO: ¿Y ustedes qué creen que vamos hacer nosotros con él? ¡Lo mismo! Pero nosotros no nos estamos escondiendo. (pausa) A mí se me hace que ese Zapata es un cobarde.
Los tres comen cuando por sus espaldas entra Raúl poniéndose justo detrás de Antonio. Entra Zapata: los militares se ponen de pie, Antonio quiere hacer lo mismo pero Raúl lo obliga a quedarse quieto poniéndole un cuchillo en el cuello.
ANTONIO: ¡Disparen, maldita sea!
Los militares nerviosos, momento en que Zapata les dispara y los dos caen muertos. Zapata encara a Antonio.
ANTONIO: Sólo así puedes, maldito salvaje.
Zapata sale. Antonio queda quieto, intentando mirar a quien lo somete con el cuchillo.
ANTONIO: Si me dejas ir te doy todo el oro que quieras, por favor, ya se fue tu jefe. Déjame ir y te doy lo que quieras.
Raúl le corta la garganta a Antonio quien cae al suelo desangrándose.
Continúa XXII
Por: Serner Mexica
Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".
