En el agudo análisis sobre la democracia de Norberto Bobbio, trascendió desde la crítica en paralelo a Rousseau -en el Contrato Social-, que enunciaba que la asimetría de la ingeniería electoral y juego de poderes en una democracia instala a la voluntad de la “mayoría”, creando un peso aplastante que puede oprimir y subyugar a las minorías.
Mis únicos y queridos lectores, en estos momentos de transformación política en la nación el Poder Judicial se encuentra en renovación de su estructura burocrática a través de un proceso electoral inédito que no está exento de críticas y dudas en el camino. Cuestión sana, pero que no ha dejado satisfechos a propios y extraños.
Este proceso electoral inédito de renovación del Poder judicial ha quitado los mitos que incubó la derecha de la casta del antiguo régimen sobre que en las y los candidatos podía e iba a imperar la impericia y ausencia de la carrera judicial, cuestión que los filtros para su competencia tiraron por tierra. También argumentó la derecha que la elección sería politizada; brujos, si se trata de una elección abierta a la soberanía ciudadana, por voto directo y sobre un poder público, claro que se encuentra politizada, todo poder público implica politización de la visión de Estado.
Lo que esconde la derecha al tildar de “politizada la elección” es que en el antiguo régimen jamás un ministro o juez fue votado por la voluntad soberana de la ciudadanía, sino que eran impuestos por el propio “Poder Judicial”, el que era juez y parte de la impartición y procuración de justicia y al tiempo, juez y parte de su estructura burocrática; así que era el propio Poder Judicial el que decidía quién lo engrosaba.
En ese escenario, el Poder Judicial se edificó como un estamento de privilegios que construyó un entramado legal que beneficiaba a las élites económicas y políticas, creado opresión y déficit en la impartición y procuración de justicia para el tejido social; esta fue, en realidad, la manzana de la discordia y la vehemencia, mis únicos y queridos lectores, por la cual la derecha que aún preservaba su bastión judicial, iniciara la batalla por su control, batalla que a la postre perdió con la reforma aprobada contra el monopolio del Poder Judicial en el presente gobierno de Claudia Sheinbaum.
Empero, es evidente que esta elección en la renovación al Poder Judicial está politizada porque es una nueva cara de la democratización antisistémica en contra de la estructura legal del antiguo régimen. Esto no le quita el hecho de que se está jugando el brazo operativo del monopolio de la represión legal del Estado como advirtió el sociólogo Max Weber y, por ende, una de las expresiones de dominio público mayores.
Esta elección no estará exenta del juego de intereses de partidos y fuerzas políticas. Esto era previsible en una democracia de competencia; lo cual, no implica que se presentará la tiranía de la mayoría como ha querido exponer la derecha, tratando -en estos momentos que sus fuerzas políticas se encuentran en crisis de representatividad- de hacer pasar que la elección del Poder Judicial será controlada por el poder morenista.
En los hechos, los partidos políticos y fuerzas políticas no están al margen de esta elección.
La elección de renovación del Poder Judicial está a mercado político abierto, como ahora lo están todos los poderes públicos de la nación. Esto impele conocer sus alcances dentro de la disputa de la izquierda y la derecha por detentar el poder; sólo que a la derecha y sus fuerzas que se encuentran en rendimientos políticos decrecientes, no les favorece la apertura de renovación del Poder Judicial, un poder público que por décadas fue su brazo operativo de represión legal y que, ahora, se encuentra abierto a la voluntad soberana del pueblo, cuestión que no le quita un ápice a su politización.

Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.