Lilian Escudero Fernández tenía una vida por delante. Era una estudiosa, hablaba tres idiomas, hacía ejercicio y era alumna de la Licenciatura en Contaduría en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), campus Ciudad Sahagún, en Tepeapulco. Tenía 20 años cuando presuntamente su casero le arrebató la vida.
El caso se encuentra en etapa intermedia, donde el Ministerio Público y la defensa del presunto feminicida, J.P.V.H., profesor de la Universidad Politécnica de Pachuca (UPP), realizan las indagatorias correspondientes. Él le rentaba una estancia a Lilian.
Durante la marcha del 8M en Pachuca y en el tendedero de denuncias, su familia hizo público el caso. Sus padres, familiares y amigas portaban su foto y exigían justicia.
En entrevista para Effetá, su prima Sandra expresó que piden la máxima pena para el imputado, quien intentó hacer pasar la muerte de Lilian como un suicidio.
“El señor se intoxicó de gas, supuestamente estuvo como una semana en la clínica. Es muy importante la Clínica del Rosario porque los dueños son sus familiares, quienes le prolongaron la estancia, dijeron que estaba gravísimo para que se viera bien librado”, declaró.
Las investigaciones han revelado que existe material videográfico que demuestra que la única persona que ingresó al lugar donde rentaba Lilian fue su casero. Durante más de dos años, él construyó una relación de confianza con ella.
Con voz entrecortada, Sandra recordó que la última vez que su familia vio a Lilian fue el 21 de enero de 2024, cuando salió de Pachuca rumbo a Ciudad Sahagún. Al día siguiente no regresó a la escuela y poco después encontraron su cuerpo. Los peritajes revelan que había sufrido diversas violencias, lo que devastó a su familia, que hoy exige justicia y la pena máxima.
“Lilian estaba a días de cumplir 21 años. Nosotros la estábamos enterrando dos días después de lo que pasó. Estuvimos en su novenario que finalizó un tres de febrero; al otro día ella cumplía años”, mencionó su prima.