El gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, desechó que las manifestaciones del pasado miércoles en Pachuca por el caso Zimapán tengan un trasfondo político. Señaló que los hechos, donde transportistas exigían justicia para dos niñas víctimas de abuso sexual, están más relacionadas con temas económicos y familiares vinculados a herencias.
“Parece que hay conflictos de herencia, algunas situaciones de ese tipo, no quiero prejuzgar, pero sí hay un antecedente de un conflicto en ese sentido”, comentó.
En entrevista con medios de comunicación, Menchaca Salazar afirmó que los transportistas fueron utilizados y que su participación responde a intereses económicos relacionados con el lucrativo negocio del transporte de materiales en Zimapán.
El mandatario negó que su administración proteja al principal señalado, William “N”, y enfatizó que el caso está siendo atendido por instancias federales. “Somos respetuosos de las resoluciones que se tomen y estamos en toda la disposición de atender a las víctimas”, aseguró.
Sobre los señalamientos de ingobernabilidad tras las protestas, rechazó esa percepción y destacó los logros económicos del estado. “Si hubiera ingobernabilidad, Hidalgo no tendría el primer lugar en la generación de empleos en enero del 2025 con una tasa del 4 por ciento, es decir, cinco veces más que la tasa nacional de empleo. No habría atracción de inversiones”, concluyó.